Las experiencias de tres universidades en el camino al carbono 0

Con las temperaturas de la Tierra subiendo cada vez más y a las puertas de una sexta gran extinción, según el último reporte de biodiversidad mundial, el compromiso con el medio ambiente es la única forma de salir de esta crisis. Este compromiso debe darse desde los diferentes actores y niveles de la sociedad, tanto en la esfera pública como los ciudadanos del común y la academia. 

La Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Tecnológica Metropolitana de Santiago (UTEM)  y la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín son tres de las instituciones líderes en términos de sostenibilidad y gestión de la huella de carbono en América Latina. Representantes de las tres estuvieron en la reciente edición de 30 minutos, 10 preguntas que se llevó a cabo el 17  de septiembre vía el canal de YouTube de Uninorte Académico, para hablar sobre las buenas prácticas que los han llevado a ser reconocidos. El espacio fue moderado por Maritza Duque, directora de Ecocampus. 

Muchas de estas universidades comparten la concepción del compromiso de la academia de formar futuros ciudadanos con conocimiento y sensibilidad sobre los temas de medio ambiente y sostenibilidad. Cristopher Toledo, coordinador de gestión de campus del programa de Sustentabilidad UTEM, señaló que la gestión de campus se concibe como una manera práctica  de demostrar a los estudiantes cómo incorporar sustentabilidad a todas sus operaciones. “Que puedan ver el trabajo que realizamos, y al momento de salir como profesionales puedan replicar este trabajo”, añadió. 

La UTEM es un claro ejemplo de la influencia que los estudiantes tienen sobre la cultura de una institución académica. El propio Toledo, para su tesis de grado en 2011, estimó la huella de carbono de la Universidad por primera vez. Desde entonces han llevado a cabo un proceso como institución  —con trabajo junto al sector público— para en 2018 convertirse en una de las primeras universidades en el continente en ser carbono neutral, es decir, que tiene un balance en la cantidad de emisiones de CO2 liberadas y retiradas. 

El título de primera universidad carbono neutro en Sudamérica lo tiene la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, que fue certificada en Icontec por su gestión en 2017. Ana María Osorio Flórez, coordinadora nacional de sostenibilidad de esta institución académica, contó que desde entonces han logrado consolidar una estrategia y sistematización para también lograr este objetivo en las otras sedes de la UPB en Bucaramanga, Palmira y Montería. 

Al mismo tiempo, esta cultura de sostenibilidad permea los currículos, los grupos de investigación y permite la generación de alianzas con otras organizaciones y universidades para lograr robustecer la cadena de carbono neutralidad. 

Maryon Urbina Bernuy, directora de sustentabilidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile, estuvo de acuerdo con la noción de que la clave está en generar redes para la sustentabilidad y rutas de progreso para que las distintas instituciones académicas tengan el camino allanado para asumir este compromiso. Para ello también se requiere unos protocolos de cuantificación estandarizados que sirvan como métricas de progreso y al mismo tiempo para identificar las falencias. 

Por ejemplo, Urbina manifestó que en el proceso que han llevado en su universidad, tienen una hoja de ruta para ser carbono neutrales a 2038. Para ello organizaron mesas de trabajo sobre temas cruciales como energía, transporte, residuos. Al mismo tiempo, está incluido en este plan el fomento a la cultura de sustentabilidad desde la formación y la investigación. 

Por Leonardo Carvajalino