Las lecciones de Santiago Botero: del ciclismo a la empresa

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Santiago Botero, exciclista profesional, campeón mundial y empresario.

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02 may 2016

El exciclista profesional Santiago Botero se llevó al mundo empresarial las lecciones aprendidas en el deporte de alto rendimiento, y las compartió con los asistentes a la II Jornada de Conferencias organizada por la Universidad del Norte el pasado 9 de abril.

Botero, campeón mundial en la modalidad contra-reloj en Bélgida 2002 y el único ciclista del mundo en vencer a Lance Armstrong en tres oportunidades, fue el invitado central del evento en el que se dictaron un total de diez conferencias en temas relacionados con las distintas especializaciones que ofrece la universidad, como salud, energía y medio ambiente, gestión humana, finanzas, industria, construcción, TIC, mercadeo y comunicación, sociedad y gestión.

En su intervención, titulada ‘Las claves del alto desempeño’, Botero relacionó lo que le enseñaron sus años compitiendo sobre su bicicleta, lo cual ha podido aplicar en su carrera como administrador de empresas.

“El ciclismo y en general el deporte de alta competencia se asemeja mucho al alto desempeño en la parte administrativa y de la gerencia. Hoy, una vez retirado, doy una mirada hacia atrás e identifico unos conceptos que para mí fueron fundamentales a la hora de emprender el reto de ser ciclista profesional. Esos conceptos son muy aplicables al tema empresarial”, expresó el deportista.

Para él, lo que quiso compartir con el público asistente no es “una teoría revolucionaria”, sino más bien aplicar sentido común a las cosas que hizo en su época como competidor y que actualmente puede “identificarlas con más claridad y ver qué beneficios traen para poder seguir avanzando en una carrera”.

En primer lugar destacó la capacidad de adaptación como una habilidad vital para cualquiera que desee triunfar en el mundo empresarial. “Cuando yo llegué a Europa solo era un estudiante universitario que tenía un hobby, no era un profesional. Me tocó hacer un giro radical y adaptarme a ese cambio. A uno como ser humano le cuesta cambiar de pareja, de trabajo, de hábitat, de colegio… es difícil”, recordó Botero.

Igualmente habló de cómo una buena preparación es fundamental para lo que sea que se quiera emprender. “Más que las condiciones que tenía para ser ciclista o el talento natural innato, los resultados que conseguí fueron más acompañados de una preparación muy juiciosa y organizada”, contó al público.

Botero también compartió la importancia de soñar, tener metas y objetivos claros para no dejarse ganar de la monotonía en el lugar de trabajo; de superar los obstáculos como medio para valorar los éxitos; y el trabajo en equipo como medio para lograr crecer dentro de una empresa y hacer parte de un engranaje armónio.

Finalmente, les recordó a los asistentes la importancia de asumir riesgos controlados para demostrarse a uno mismo de qué se es capaz.

Además, el exciclista mostró cómo, para él, el deporte al que dedicó su vida también forma a las personas en valores. Al ser uno de los deportes más exigentes en sus condiciones, Botero sostiene que “quien lo practica, desde que empieza, está acostumbrado más a perder que a ganar”, y eso hace que se mantengan humildes.

“Es sencillez, esfuerzo, trabajo. Si un día no va a entrenar, si se queda una semana en su casa, cuando vaya a la competencia no termina. No hay cabida para la indisciplina, la dejadez, la pereza. Eso hace que uno valore tanto la constancia y la disciplina”, contó.

De ciclista a administrador

“No es fácil para uno como deportista profesional, después de 20 años montado en una bicicleta, retirarse. Es una transición difícil porque los cambios son complicados, más cuando usted sale y a pesar de que ha estudiado no tiene experiencia”, confesó Botero.

La solución la encontró en seguir vinculado con el mundo del ciclismo pero desde otra perspectiva. Así, hizo parte del Comité Olímpico Colombiano, manejó la delegación de Antioquia para los Juegos Nacionales y finalmente entró a la gerencia de un equipo profesional.

“Empecé a trabajar otros aspectos del deporte pero alineados a la administración, que fue lo que estudié. Esa fue la clave, seguir vinculado”, señaló.

En cuanto a la problemática del dopaje, que a lo largo de la historia ha teñido de escándalos este deporte, Botero tiene una posición clara: “Podrían decir ‘hagámoslo más sencillo’, pero lo bonito del deporte es lo duro, lo sacrificado, lo que muy pocos pueden hacer. Pero el hecho de que sea un deporte muy exigente nunca va a ser la justificación para usar sustancias prohibidas”.

Por Melissa Zuleta Bandera

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