Lecciones de escritura académica en tiempos de cuarentena

Estudiantes de la maestría en Inglés participaron de un taller de escritura con Mitch Hobza, onsultor de escritura en el Laboratorio de Escritura de Purdue sobre cómo hacer una pregunta de investigación.

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Mitch Hobza, estudiante de doctorado en la Universidad de Purdue y consultor de escritura en el Laboratorio de Escritura de Purdue, dictó el taller.

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19 may 2020

Estudiantes de la Maestría en Inglés asistieron el 16 de mayo a la cita online que el Instituto de Idiomas les extendió para una experiencia ‘intensiva’ de escritura, centrada en un tema crucial de todo investigador: la pregunta de investigación. El encargado de dictar el taller fue Mitch Hobza, estudiante de doctorado de tercer año en la Universidad de Purdue y consultor de escritura en el Laboratorio de Escritura de Purdue, quien se encuentra trabajando con el Centro de Escritura ECO a través del programa 100K America. 

“El objetivo principal del taller fue proporcionar a los estudiantes tiempo para escribir y demostrar diferentes métodos para establecer objetivos de productividad y, en el tiempo que tuvieran que escribir, establecieran objetivos claros que pudieran alcanzar. Creo que estos talleres son exitosos porque es difícil para los estudiantes graduados encontrar tiempo con todas sus responsabilidades escolares y familiares, y esto les ayuda a planificar y concentrarse, para que no estén sentados frente a una computadora durante dos horas con la esperanza de que suceda algo”, explicó Hobza sobre la actividad. 

En el taller, los estudiantes participaron en un primer momento que consistía en una charla sobre cómo es el proceso de escribir la pregunta de investigación. De acuerdo con el tallerista, es clave que este evolucione y cambie en el tiempo para reflejar lo que un investigador está aprendiendo sobre el tema que está estudiando. “Al principio, creo que una pregunta de investigación es un mapa personal para el investigador; les ayuda a establecer los límites de lo que quieren investigar y lo que no quieren investigar”, dijo. 

Agregó que tras estudiar el estado del arte y revisar los diferentes ángulos que se han abordado sobre la temática, se puede revisar la pregunta de investigación para que sea más específica a lo que quieren contribuir a la conversación académica.“Una pregunta de investigación es como un explorador que crea un mapa, al principio solo puede ser utilizado por el autor, pero una vez que encuentran un camino, pueden ilustrar los detalles para que otros puedan usar el camino que encontraron en su investigación”, anotó Hobza. 

En estos tiempos de cuarentena, se ha vuelto una constante, tanto en la academia como en otros círculos, aprovechar el tiempo en casa para escribir. Con respecto a este impulso de volcarse a la escritura, el estudiante de doctorado de Purdue recomendó ser “amable” con nosotros y razonables con nuestras expectativas de lo que podemos hacer y lograr. “Podemos sentir que tenemos todo este tiempo para escribir, y sentirnos culpables por no escribir, pero conozco a muchas personas que están sentadas en sus computadoras de 9 a 10 horas al día para sus trabajos: ¿quién tiene la energía para sentarse en su casa después del trabajo para escribir?”, señaló. 

Hobza afirmó que la monotonía es uno de los enemigos de nuestra coyuntura y por ello ayuda planificar espacios lejos de la computadora para realizar tareas. Por ejemplo, en lugar de hacer una lluvia de ideas sentado frente a un documento en blanco, hacerlo mientras lavas los platos o mientras te preparas en la mañana para la jornada del día. Recomendó utilizar una herramienta que ha caído en desuso: el lápiz y el papel. Además de la lectura de libros y artículos impresos, Hobza aconsejó escribir en cuadernos, para luego transcribir, pues este proceso, además de generar una nueva conexión con ideas, permite posteriormente la edición al momento de pasarlo al computador. 

Otro tip para mejorar la productividad que brindó el tallerista fue hacer uso de tiempos escritos. “Establezca un límite de tiempo de una a dos horas para escribir en la computadora y objetivos específicos de lo que desea lograr: como tomar 55 minutos para escribir dos párrafos o 40 minutos para editar su introducción. Estos objetivos específicos ayudarán con la productividad; nuestros cerebros necesitan diferentes estímulos para ser creativos, por lo que creo que es realmente importante no estar frente a nuestras pantallas todo el día”, concluyó. 

 

Por Leonardo Carvajalino

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