Lecciones para Colombia ante la consolidación de China como potencia mundial

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Beethoven Herrera Valencia durante su intervención.

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27 oct 2017

En el XIX Congreso del Partido Comunista de China, el presidente de esa nación Xi Jinping aseguró que el país asiático será la primera potencia mundial en 2050. Sin embargo, académicos como el economista y filósofo Beethoven Herrera Valencia se atreven a sugerir que en la actualidad China ya ha desplazado a Estados Unidos de su acostumbrado puesto principal entre los superpoderes del mundo.

Uno de los factores que señala el profesor tolimense para lo anterior es la decisión del gobierno de Donald Trump de retirar a EE. UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), firmado por ese país con Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, estados que suman 800 millones de habitantes y representan un tercio del comercio del mundo.

“El TPP que diseñó (Barack) Obama buscaba hacerle a China una contención. El mismo día que se retiró Estados Unidos, Australia llamó a China a ofrecerle el asiento que quedó libre”, dijo Herrera en una conferencia que ofreció el 24 de octubre, en el marco de la IV Semana de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de Uninorte.

“Que este señor le entregue a China en bandeja el Pacífico y se retire voluntariamente sin que nadie lo derrote, es un acto de un irresponsable, o un ignorante, o ambas cosas”, manifestó Herrera Valencia, refiriéndose a la determinación oficializada por Trump solo tres días después de su asunción como presidente, con la que “cedió el control del siglo XXI en el Pacífico” sin que China tuviese que pelear por el mismo.

Para Herrera, otro indicio de que Estados Unidos ha dejado de encabezar el progreso en el planeta y en vez de ello “mira al futuro con la nuca”, es su “anacrónica” dependencia en los combustibles fósiles. “¿Alguien puede explicarme si yo hace 50 años podía escuchar los partidos del Mundial en un radio con transistor, por qué hoy en Estados Unidos no hay carros electrónicos?”, cuestionó e indicó los casos de Noruega y Dinamarca, donde el 90% del parque automotor tiene esa característica.

“¿Cómo así que en Estados Unidos, donde hay satélites espaciales y bombas atómicas, la gente todavía sigue comprando carros cada seis meses y llenándolos con gasolina? En ningún país de Europa habrá carros para gasolina en 2030”, sostuvo.

Asimismo, añadió que mientras que Trump “no quiere saber del mundo” y prefiere satisfacer a su base de votantes —en su mayoría provenientes estados del centro del país, con fábricas automotrices cerradas, minas de carbón clausuradas y retraso industrial—, China sí tiene un proyecto mundial y está cambiando el panorama geopolítico.

Uno de los componentes de este proyecto es la llamada ‘Nueva Ruta de la Seda’, que se extenderá desde China, pasando por Asia central hasta llegar a Europa por tren, y una ruta marítima que llegaría a África. “Ya llegó hasta Madrid un tren de China con productos”, comentó Herrera.

Según el economista, el plan chino también incluye rutas transoceánicas para llegar a América, oportunidad que ya ha sido aprovechada por países como Brasil, a pesar de tener costas solo en el Atlántico. “No hay puerto de Brasil, ni de Uruguay, ni de Argentina en el Pacífico. Tienen que pasar por Ilo en el Perú o Valparaíso en Chile. ¿Qué hicieron (los presidentes brasileños) Lula y Cardoso? Negociaron un sistema para cruzar la cordillera”, apuntó Herrera.

El académico anotó también que a Colombia se le planteó, sin éxito, la posibilidad de que productos brasileños con destino a China atravesaran el río Amazonas, desde la ciudad de Manaus, hasta llegar al río Putumayo, antes de pasar por tierra hasta el puerto de Tumaco.

“Ese es el diseño de penetración China en el mundo y, a diferencia de Estados Unidos, tienen con qué hacerlo. Pero Colombia no aceptó y ya Perú es quien está aprovechando porque China les financia”, dijo el experto.

“Colombia no sabe que el mundo crece por el Pacífico”

Para Beethoven Herrera, Colombia es un país montañero, que ha concentrado en las montañas gran parte de su población. Esto históricamente trajo ventajas geopolíticas, como menos invasiones y reducidos riesgos de seguridad nacional, pero actualmente representa un grave problema para el desarrollo del país.

Basado en un estudio de 2005 del Banco de la República, Herrera explica que el énfasis que ha puesto Colombia en crecer hacia el interior del país se ha traducido en un nivel de pobreza mucho más alto en las costas. “Esa asimetría de menos población en las costas y más pobreza es absurda, si miramos el ejemplo de otros países”.

El ejemplo, por supuesto, es China, donde el PIB de algunas provincias costeras, incluyendo la capital Beijing, es hasta cuatro veces más alto que en algunas regiones del interior. “El desarrollo de la costa es abismalmente más grande que el desarrollo del interior de China, porque los clústeres están en las costas, como la industria militar, de alimentos, finanzas y alta tecnología”, detalló el profesor.

El mayor avance en industria e innovación en Colombia se encuentra en la región antioqueña, pero pese a ello, Herrera critica el hecho de que sus autopistas se construyan hacia la montaña y no hacia el pacífico. “En un país serio en las montañas se hacen túneles y en los valles se hacen viaductos, con barandas a los lados, un sardinel en el medio para ir a 200 km/h”.

“En Colombia —anotó el profesor irónicamente— se hizo una cosa maravillosa: pavimentaron las vías coloniales que eran para carretas. ¿A quién no le ha tocado pasar la noche en una de esas vías por los deslizamientos?”, y agregó que no existe “ni una vía terminada” de Bogotá a Buenaventura, mientras que las vías 4G se están haciendo “con el modelo Odebrecht que todos conocemos como funciona”.

Para el académico, ante la proyección de que en 2050 Colombia estará poblada por 70 millones de personas y 90% de ellas vivirá en ciudades, es necesario “dejar el provincialismo” y hacer que todos los núcleos de ciudades estén interconectados. “Es necesario que no se sigan haciendo las vías por departamentos o caminos veredales uno a otro. El gobierno no puede seguir repartiendo chequecitos a los consejos comunitarios para hacer estos caminos y ninguna vía de altas especificaciones para poder mover la carga a los puertos”, argumentó el economista.

“Colombia no sabe que el mundo crece por el Pacífico y las vías que se están haciendo van hacia adentro y ninguna va hacia el mar”, insistió Herrera Vergara. “Ver lo que sucede en Singapur, Taiwán, Japón y Corea del Sur y después encontrar que nuestro Pacífico es Quibdó, Bahía Solano, Buenaventura, Tumaco, es inaceptable. No se puede ir Medellín-Quibdó por tierra, o Pasto-Tumaco, porque no hay carreteras o las hay llenas de inseguridades y peligros”.

De igual forma, Herrera aseveró que no se explica cómo un país con dos océanos que suman 2900 km de costas no tenga flotas pesqueras. “Bolívar pide un km en el puerto Ilo del Perú. Acá tenemos casi 3000 y embarcamos otras cosas. Toneladas de cocaína entre un cargamento de madera. Qué audacia para hacer eso y no con el café selecto, con las esmeraldas talladas o con el cacao procesado”, puntualizó.

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Por Andrés Martínez Zalamea

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