Lecciones y retos de la prevención del embarazo en la adolescencia

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Juliana Ríos Amaya, coordinadora nacional de jóvenes en Profamilia, durante su presentación.

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23 nov 2017

Las cifras oficiales en Colombia demuestran que en los últimos 10 años, al menos, el embarazo en adolescentes es producto de la inequidad social, el desconocimiento de métodos anticonceptivos y la falta de empoderamiento de la mujer para decir “no” al sexo no deseado. Estos fueron algunos de los puntos tratados por Juliana Ríos Amaya, coordinadora nacional de jóvenes en Profamilia, durante su conferencia en la Bienal de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de Reproducción Humana (ALIRH), que se realiza en la Universidad del Norte del 20 al 24 de noviembre.

Su presentación marcó el estado del embarazo en la adolescencia de Colombia, a través de las cifras de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS). Revisó los enfoques que se han utilizado para abarcar la problemática, tanto a nivel nacional como internacional, y presentó resultados preliminares de una investigación cualitativa que hace con Profamilia.

De acuerdo con las cifras de la ENDS, en 2015 el 17 % de las mujeres adolescentes del país estaban o habían estado en embarazo, y el 13,6 % de ellas, entre los 15 y 19 años, habían tenido al menos un hijo, en contraste con los hombres quienes registraron el 1,5%.

“Si bien redujimos entre 2010 y 2015 la tasa de adolescentes embarazadas, de 19,5 a 17,4 %, todavía hay mucho que hacer a nivel de departamentos específicos. Ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla jalonan esa tasa hacia abajo, pero departamentos más alejados del centro, con mayor población rural, se mantienen y en algunos casos creció”, puntualizó Ríos Amaya.

La funcionaria visualiza en el panorama nacional dos retos: uno es la política pública, enfocada a reducción del embarazo en la adolescencia, la cual considera “exitosa”, pero que “cuando baja la guardia la curva de bajada se revierte”. El segundo trata el entendimiento de la diversidad cultural.

“Si vemos las cifras, departamentos como Chocó y Vaupés tienen la tasa (de adolescentes embarazadas) mucho más alta. Uno en 43 % (Vaupés), casi la mitad de la población. Es acercarse a las regiones para entender cuáles son las dinámicas que están generando esos altos índices de embarazos, un reto todavía pendiente por afrontarse”, puntualizó.

En 2015, según la ENDS, el 7 % de las adolescentes abandonaron sus estudios en razón de un embarazo, el 3 % de los hombres ejercieron roles de cuidado de sus hijos y el 32 % de las mujeres dijeron haber sido víctimas de violencia física.

La investigación que realiza con Profamilia estudia las intervenciones en educación, desarrollo de habilidades y promoción de la anticoncepción en este tipo de población, las cuales reducen el riesgo de embarazo no deseado en las adolescentes. Sin embargo, la evidencia frente a los efectos de programas “clínicos” es limitada y la variabilidad en las poblaciones de estudio, intervenciones y resultados de los ensayos, así como la escasez de estudios que comparen diferentes intervenciones directamente, excluyen una conclusión definitiva con respecto a qué tipo de mediación es más eficaz.

Asociación

Cada dos años los comités científicos de la ALIRH seleccionan las investigaciones con mayores méritos académicos para que formen parte del programa. El encuentro permite tejer redes con investigadores de diferentes áreas para el trabajo colaborativo y apoyar la formación de posgrado de sus asociados, a través de becas.

"La reunión es de gran utilidad para contactar a jóvenes investigadores de diversos lugares del continente", afirmó Jesús Fernando Vásquez, profesor de Medicina de Uninorte y presidente del comité organizador de la Bienal. "Los jóvenes que comienzan en este campo tendrán la oportunidad de conocer líderes de la investigación latinoamericana y crear oportunidades para continuar su formación académica", agregó.

Después de 50 años se celebra por primera vez en un campus universitario, luego de que Uninorte apoyara la organización del Congreso de 2005 en Cartagena. “Es un voto de confianza que dio la asamblea a los miembros de ALIRH de Colombia y muy específicamente a la universidad”, recalcó Vásquez.

Por José Luis Rodríguez R.

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