Los aportes económicos de la comunidad internacional al Proceso de Paz

Entre mayo de 2015 y agosto de 2016 la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, estuvo en La Habana participando de la mesa de negociaciones para el Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc. El martes, 13 de septiembre, fue invitada a compartir sus experiencias y perspectivas en la más reciente edición de Diálogos Un Caribe, realizado en el Auditorio de la Universidad del Norte.

Ante un público conformado por estudiantes y docentes de la División de Derecho, Ciencia Política, y Relaciones Internacionales, la canciller ofreció un breve análisis de los seis puntos que incluye el Acuerdo de Paz, para luego hacer especial énfasis en el papel y los aportes que tendrá la comunidad internacional en el desarrollo del mismo.

“La idea es hablar de la cooperación internacional, ya que aún no hemos valorado la dimensión de esa ayuda, no solo para este acuerdo sino para lo que se nos viene ahora en cuanto a construcción de paz”, destacó Luis Trejos, docente de Relaciones Internacionales y coordinador del programa Un Caribe.

En ese sentido, la canciller recordó cómo en enero de este año el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una comisión para la creación de la misión que se encargará de verificar y monitorear el cese al fuego y la dejación de armas, recalcando que esta se dará durante los 180 días que se tienen estipulados para el asentamiento de las Farc en las distintas zonas veredales del país.

Holguín también mencionó que en cuanto a los temas relacionados con la verificación internacional, se acordó que países y organizaciones multilaterales harán un acompañamiento en otros puntos del Acuerdo de Paz; como es el que tiene que tiene que ver con el desarrollo rural integral, para el que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ofrecerá asesorías. “Queremos que estas entidades den ese conocimiento y esa ayuda en diferentes aspectos, tanto en recursos como en cooperación técnica”, indicó la canciller.

En cuanto a aspectos económicos, Holguín habló acerca de los aportes que ha hecho la comunidad internacional hasta el momento; destacando el fondo para el posconflicto en Colombia, que ha sido creado por la Unión Europea para que sus países miembros puedan hacer aportes. Así mismo, el llamado plan “Paz Colombia”, anunciado en febrero de este año por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el que se aportarían 450 millones de dólares para el posconflicto y la lucha contra organizaciones criminales.

Además señaló que países como Estados Unidos y Noruega también aportarán 50 millones de dólares para procesos de desminado a nivel nacional. “Colombia desafortunadamente es el segundo país más minado del mundo. Alrededor de 600 municipios de los 1200 del país tienen minas, por lo que esta es una tarea complejísima y costosísima”, afirmó.

Holguín también confirmó que presidentes de 14 países asistirán a la firma del Acuerdo de Paz el día 26 de septiembre; así mismo participarán presidentes de instituciones y entidades globales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de desarrollo.

“Creo que este Acuerdo de Paz va a ser un gran aporte para la comunidad internacional, y esto no es solo en cuanto a cómo hacer para que se acabe el conflicto, sino cómo los países tienen que abordar las causas que llevaron a que se prolongara; eso es fundamental y pocos acuerdos en el mundo lo tienen”, puntualizó.

Víctimas, justicia y sanciones

En este evento también estuvo presente el exministro de justicia Yesid Reyes, quien desde su experiencia como negociador de temas de justicia en La Habana, explicó las implicaciones del quinto punto de los acuerdos. A su parecer, los dos aspectos concretos que se refieren a las causas del conflicto y a las víctimas, son los que marcan la diferencia entre este proceso de paz y otros que se han intentado previamente en Colombia. 

“El aspecto de las causas del conflicto es especialmente importante; en los procesos de paz que se intentaron antes nunca se trató, y es que si no se solucionan las causas que de una u otra manera alimenta el conflicto, lo único que solucionamos con un proceso de paz es hacer una especie de pausa para volver más adelante al ciclo de violencia”, aseguró Reyes.

De igual forma se refirió a las críticas que este quinto punto ha recibido, por la magnitud de las penas que se impondrán, y reiteró que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional ha dicho que en materia de sanciones, la naturaleza y duración de estas corresponde al ámbito interno de cada estado, por lo que no hay un parámetro a nivel global para ello.

“En el código penal, uno de los principios que rige la aplicación de las sanciones es el de la proporcionalidad, las penas tienen que ser proporcionales al daño causado y a la finalidad que la pena persigue; por consiguiente, cualquier sanción que vaya más allá de las finalidades que se necesitan para conseguir un propósito, es venganza”, declaró Reyes y añadió que aquellas sanciones que sirvan para restringir derechos y garantizar la no repetición de conductas, son suficientes y adecuadas.

Por María Margarita Mendoza