Los factores que influyen en la regulación emocional de los adolescentes

Emociones-en-jóvenes.jpeg
Los ponentes de la jornada participaron de un panel al finalizar el evento.

Por:

18 may 2018

Los resultados de investigaciones de expertos locales e internacionales, que apuntan a entender cómo los individuos sienten y piensan durante la etapa de la adolescencia, fueron dados a conocer el miércoles 16 de mayo en la jornada académica Manejo de las emociones en la adolescencia, organizada por el departamento de Psicología.

La jornada giró en torno a los interrogantes que abrió un proyecto iniciado en 2015 entre investigadores colombianos y franceses, en el que participaron Mayilin Moreno, Jorge Palacio y Olga Hoyos, psicólogos y profesores de Uninorte. Este ha sido un estudio internacional con el apoyo de la Universidad y Colciencias, en la que se buscó entender la regulación emocional en adolecentes de entre 11 y 15 años, y hacer comparaciones sobre sus contextos culturales y sociales.

Para ello se realizó la presentación “Regulación emocional: conceptos, procesos e influencias”, a cargo de la francesa Colette Sabatier, experta en psicología del desarrollo e investigadora del proyecto, quien destacó algunos de sus resultados. Planteó que los primeros tres años de la adolescencia se entienden como “un periodo muy sensible para la regulación emocional”, debido a los cambios biológicos, sociales y cognitivos que experimentan las personas. Su investigación se centró en entender cómo los jóvenes manejan sentimientos como rabia, tristeza y miedo, según el contexto social en el que se encuentren, ya sea el hogar o la escuela.

Otra aspecto que estudiaron fue la relación entre los adolescentes y sus padres, para entender cómo ellos influenciaban su comportamiento e interacciones. “El rechazo de los padres está unido a la desregulación en general. También entendimos que la intrusión psicológica de los padres disminuye la gestión de la rabia y que la regulación emocional es un factor basculante entre el vínculo con los padres y la adaptación psicosocial”, afirmó Sabatier.

Durante la jornada se resaltó el papel que juega la cultura en la forma cómo se abordan las emociones, por lo que Dayana Restrepo, investigadora y estudiante del doctorado en Psicología, presentó los resultados preliminares de un estudio realizado entre jóvenes barranquilleros. Su propósito fue conocer cómo la edad, el sexo y el contexto socioeconómico podían influir en este proceso. 

La experta destacó que no todas las emociones pueden ser manejadas de igual forma, por lo que su investigación se centró en la rabia, tristeza y ansiedad, y entender qué estrategias empleaban para lidiar con cada una de ellas los 288 adolescentes que participaron.

Entre los resultados encontró que no hay diferencias en la forma como hombres y mujeres jóvenes lidian con sus emociones en Barranquilla. “En cuanto a edad hay una crisis regulatoria entre los 13 y 15 años, y eso da luces para plantear programas de intervención para padres y orientadores a futuro. Mientras que las condiciones de vulnerabilidad también las dificultan, ya que encontramos que aquellos niños que viven en condición de pobreza tienen un alto puntaje en la inhibición y la desregulación de su tristeza”, apuntó Restrepo. Agregó que estos hallazgos permitirán incluir la mirada local en el estudio internacional, y hacer comparaciones con los jóvenes de países como Francia e India.

Estrategias para el manejo de las emociones

Para finalizar el evento se realizó un panel que contó con la participación de los ponentes y fue moderado por Jorge Palacio, profesor del departamento de Psicología. La pregunta central estuvo relacionada a cómo debe entenderse la regulación emocional en los jóvenes y qué estrategias pueden emplearse para lograrla.

En la actividad participó Alberto de Castro, decano de la División de Humanidades y Ciencias Sociales, quien indicó que la autoregulación emocional implica que el joven aprenda a hacer momentos de pausa para reconocer sus estados afectivos. “La autoregulación implica un proceso pendular entre procesos de individualización y de adaptación, en los que el joven aprenda a discernir cuándo es más importante una acción u otra para el manejo de sus emociones”, manifestó.

En cuanto a las estrategias, el decano consideró que una forma de autorregularse es que el joven llegue a acuerdos con su núcleo familiar, de tipo emocional y social. “La idea es que con cada pedido del joven los padres deberían solicitar un compromiso de su parte a cambio. Esto le llevará a aprender a decidir, tolerar la frustración, entre otras”, afirmó. 

Por María Margarita Mendoza.

Más noticias