Los mini superhéroes que se tomaron Uninorte en estas vacaciones

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Los niños estrecharon lazos de amistad entre ellos; uno de los aspectos que más les gusta de pasar las vacaciones en la universidad.

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14 jul 2016

El Coliseo Los Fundadores albergaba la fiesta. Era el viernes, 8 de julio, y por la cancha central, pequeños Batman, Superman, Ironman… corrían por doquier mostrando alegremente sus poderes imaginarios. Las niñas no se quedaban atrás, la Mujer Maravilla estaba presente en varios de los rostros emocionados. La escharcha, las máscaras y los globos con formas de animales adornaban el lugar. Una escena que no parece encajar con el día a día de una universidad.

Se trata de Unikids, el vacacional que le cambia la cara al campus por cuatro semanas durante el receso académico de mitad de año. Atrás quedan el ajetreo de las clases y los parciales para darles paso a los niños, quienes entre risas y juegos empiezan a estrechar su vínculo con la universidad, que va más allá de la carrera que quisieran estudiar cuando sean grandes.

Este año, los niños se convirtieron en superhéroes, personajes que ven como seres supremos, capaces de hacer del mundo un lugar mejor. De este modo más de 300 niños de entre 3 y 12 años llenaron cada rincón de Uninorte con su alegría, mientras descubrieron las cualidades necesarias para convertirse en sus héroes favoritos.


Los Amateur durante una actividad en el salón de danza del Coliseo, en la que aprendieron sobre el trabajo en equipo y el compañerismo.

 

Según Sheryl Urquijo, coordinadora de Unikids, se diseñó una programación con actividades lúdicas donde los niños aprendieron sobre liderazgo, conciencia social, humildad y otras cualidades, sin perder el objetivo principal de unas buenas vacaciones: la diversión.

Divididos por edades en tres grupos —Amateur (entre 3 y 5 años), Especialistas (entre 6 y 9) y Maestros (entre 10 y 12)—, los niños participaron en actividades que giraron en torno a las capacidades de los superhéroes. La fuerza y la destreza física se materializaron en circuitos deportivos que realizaron con los entrenadores del gimnasio. Exigieron su inteligencia mediante experimentos científicos en los que tuvieron que crear volcanes o hacer burbujas, entre otros inventos.

También hubo momentos para sensibilizarlos ante los demás, como una actividad del grupo de los Maestros en la que todos se vendaron los ojos con el objetivo de vivenciar lo que implica no contar con la visión y encontrar otras formas de relacionarse con su entorno. Para Antonella Villalba, de 11 años, esta fue una de las dinámicas que más disfrutó, porque pudo ponerse en los zapatos de quienes no cuentan con este sentido.


Los niños durante uno de los circuitos deportivos, en donde debían superar obstáculos para llegar a la meta.

 

Las actividades del programa, dice Urquijo, se realizan con el apoyo de estudiantes de último semestre de Pedagogía Infantil. Por cada 10 niños hay una licenciada y el staff de apoyo cuenta con experiencias en actividades recreativas, que son las que prevalecen dentro de la programación diaria de 8:00 am a 12:00 m.

Además de apuntar a la diversión de los pequeños, este año se buscó la asesoría de una psicóloga, Ximena Pérez, quien tuvo la tarea de lograr que a través de los juegos hubiera mucha comunicación y cooperación, sin cabida al bullying. “Si bien un mes es poco para hacer actividades reparadoras, sí se pueden incentivar oportunidades de nuevos aprendizajes”, comentó.

Todos los niños debían destacarse. El liderazgo no se trataba de resaltar sino de hacer sobresalir también a los demás. Al final de cada día, se hacía un cierre en el que cada uno decía lo que más había disfrutado y cuál había sido el aprendizaje. “En Unikids aprendí a no pelear”, dice lacónicamente Alejandro Peñate, de 7 años, mientras se pone su máscara de Ironman y llama entre risas a sus nuevos amiguitos, Lorenzo, Nacho y Luciano.


El staff escogido para atender las necesidades de Unikids cuenta con experiencia en recreación y trato con niños. Así se veían los pasillos del campus durante las cuatro semanas.

 

Este también fue el primer año en el que no se hicieron salidas fuera del campus universitario. Según Pérez, esto se hizo para que “los niños vieran y disfrutaran de todo lo que tenemos aquí y aprendieran cómo se deben comportar”.

Así, fue común ver en las cuatro semanas que duró el vacacional, entre el 13 de junio y el 8 de julio, a los pequeños haciendo uso de la biblioteca, los restaurantes, el coliseo y hasta del Centro de Producción Audiovisual (donde hicieron las veces de presentadores de noticias); lugares en donde fueron dejando buenos recuerdos. “Unikids me pareció bacanísimo. Voy a volver el otro año. Me encantó la universidad e hice muchos amigos”, dijo la pequeña Antonella.

Los valores se convirtieron en poderes y el objetivo se cumplió: los niños de Unikids fueron superhéroes por un mes. Aprendieron que en la diversión también hay aprendizaje y que este lo deben aplicar para llegar a ser grandes líderes. Tal como lo dijo Spiderman, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

Por Oriana Lewis

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