Los retos de la enseñanza del español a kilómetros de distancia

Desde el Instituto de Idiomas organizaron el webinar Enseñar ELE en tiempos de Enseñanza Remota de Emergencia con el propósito de reflexionar en torno a estrategias pedagógicas que históricamente se han apoyado en la presencialidad e inmersión cultural para complementar el aprendizaje.

enseñanza-español.jpg

Por:

06 jul 2020

Cuando la presencialidad es una parte esencial de la estrategia pedagógica, la educación remota conlleva retos especiales que requieren de reflexión y análisis de las dinámicas de clase. Tal es el caso de la enseñanza del español como lengua extranjera (ELE), donde la inmersión cultural juega un rol fundamental para afianzar conocimientos y experiencias significativas de aprendizaje en los estudiantes. 

Con el objetivo de compartir prácticas exitosas, reflexionar sobre lo que está ocurriendo en estos tiempos, se abrió el webinar "Enseñar ELE en tiempos de Enseñanza Remota de Emergencia", desde el Instituto de Idiomas de Uninorte. En dos sesiones de clases con expertos nacionales e internacionales se habló de temas como la flexibilidad, formas de evaluar y adaptación de las actividades pedagógicas al entorno virtual. 

Juliana Gómez Medina, coordinadora del área de Español Lengua Extranjera y del programa de Español en la Pontificia Universidad Javeriana, señaló que incorporar la virtualidad en el aula de clases es algo que, más allá de la pandemia, era una deuda que existía en estos cursos. Para la doctora en filología hispánica, este es un momento para ser más avezados en las formas de enseñanza con respecto a la tradición, de lo que ya se tiene establecido como “buenas prácticas”. 

Uno de los aspectos a tener en cuenta durante este tiempo es la autonomía de los estudiantes y repensar las actividades que hacen fuera del salón de clases. De acuerdo con Gómez, una de las maneras para lograr este paso es hacer más evidente en el salón de clase las formas que cada estudiante tiene de aprender. “Puede pasar que al principio el estudiante piense que le estás contando lo evidente, pero es crear dinámicas de aprender a aprender y hacerlo explícito”, complementó. 

Por su parte, Gustavo Jaramillo Cardona, coordinador del área de ELE en el Centro de Lenguas de la Universidad Pontificia Bolivariana, dijo que se debe aprovechar el aumento en la demanda del aprendizaje de español y, en ese sentido, la virtualidad es un vehículo poderoso para tener una oferta competente masiva. 

Argumentó que una de las limitaciones a las que se han visto enfrentados es a los conocimientos limitados en el manejo de las herramientas digitales y que ha requerido un doble esfuerzo para los docentes que ahora también necesitan incorporar a su práctica habilidades como grabación y edición de video, transmisión en vivo y diseño de gráficas e imágenes. 

Al mismo tiempo, este nuevo formato requiere de un esfuerzo para permitir la interacción y discusión durante la clase entre los estudiantes, puesto que la virtualidad promueve una relación de verticalidad en la que los estudiantes escuchan una clase pasivamente. 

Por su parte, Wajibe Altamar, coordinadora del Programa de Español para Extranjeros de la Uninorte, anotó que una de las dificultades con las que se encontraron en un principio fue la saturación de herramientas que existían para adaptar las clases, y que debido a la gran cantidad de insumos, no se alcanza a verificar la funcionalidad. 

Puntualizó que una de las claves ha sido apoyar la adaptabilidad y entender que dentro de las metas a cumplir hay un marco que tiene cierta flexibilidad, pero que en últimas debe beneficiar al estudiante y su aprendizaje. Por ejemplo, la estrategia de conversación entre pares, que se llevaba a cabo entre los estudiantes de Uninorte y los extranjeros, se ha mantenido a través de videollamadas y conversaciones de chat. 

Por Leonardo Carvajalino

Más noticias