Mapukeando revela mitos y verdades sobre los murciélagos a través de la historia

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La museóloga y antropóloga, Sandra Mendoza, presentó la charla.

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09 oct 2017

Debido a sus particulares características físicas y hábitos nocturnos se han creado varios mitos y supersticiones en torno a los murciélagos, dándoles una reputación de criaturas tenebrosas. Pero lejos de sentirse atemorizados por ellos, las antiguas comunidades indígenas del país y del mundo encontraban fascinantes a estos pequeños mamíferos voladores y a sus cualidades únicas.

Para ofrecer una nueva perspectiva de los murciélagos, en el Mapukeando celebrado este 4 de octubre se realizó la charla El encanto de ver el mundo al revés, presentada por la antropóloga y museóloga, Sandra Mendoza, quien buscó desterrar los mitos y acercar a los asistentes con las características desconocidas de estos animales.

“Si uno mira las características de los murciélagos, notará que hay varias especies que consumen otros alimentos además de la sangre, y tienen comportamientos distintos. El propósito es que se entendiera que estos animales son muy útiles y gracias a su existencia se protegen los cultivos y se evitan pandemias, entre otras cosas”, explicó Mendoza sobre el objetivo de la charla.

Destacó que, contrario a lo que se cree, no todos los murciélagos succionan sangre, de hecho, de las más de mil especies que existen, solo tres son hematófagas, y no se alimentan de los humanos, sino que toman pequeñas cantidades del ganado. Agregó que tampoco son ciegos, y que además de tener muy buena vista, las especies carnívoras e insectívoras utilizan la ecolocación para cazar peces, ranas, insectos y pequeños roedores. Esto lo consiguen emitiendo ondas de alta frecuencia que chocan sobre sus presas y rebotan hacia sus oídos para identificar su ubicación.

La antropóloga indicó que las especies frugíferas (que comen frutas y néctar) son particularmente importantes para los ecosistemas, ya que son capaces de polinizar flores en su búsqueda por alimento. La acción también es realizada por las abejas, y gracias a esta “se regeneran los bosques y se mantiene la biodiversidad de especies”, afirmó.

Según Mendoza, estos mamíferos disfrutan de la compañía de sus congéneres. Por eso es común ver grandes colonias al interior de cuevas o entre los árboles, por lo que las comunidades indígenas cercanas a Santiago de Cuba los relacionan con valores como la hermandad, la unión y la fidelidad.

Las representaciones en el país

Mendoza mencionó que Colombia es el segundo país con mayor diversidad de murciélagos en el mundo, cuenta con 179 especies distribuidas en las zonas de bosques y sabanas. Esta gran variedad ha sido representada por los indígenas que habitaron la Sierra Nevada y la región del Magdalena Medio.

La experta describió que cada una de estas comunidades prehispánicas plasmó en piezas de oro, piedra y barro las particularidades de las especies, así como la visión que tenían de estos mamíferos y su relación con el mundo que les rodeaba.

“Los taironas hacían figuras en oro y arcilla de hombres con características de murciélago para representar el inframundo, que está mitológicamente ubicado debajo de la tierra o en las cuevas. Acá se habla del hombre murciélago que se transforma y tiene poderes chamánicos”, planteó.

Agregó que las investigaciones que se han hecho del arte y la orfebrería de los indígenas en la zona del Magdalena Medio muestran recreaciones del murciélago en pleno vuelo, con sus alas desplegadas o cazando pequeños peces e insectos. Estas representaciones eran usadas como adornos, en forma de colgantes o pectorales de oro. 

Por María Margarita Mendoza

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