Matemáticos alemanes realizaron intercambio académico en Barranquilla

Felix-Hummel-Felix-Kammerlander-Max-Nendel.jpg
Felix Hummel, Felix Kammerlander y Max Nendel, doctorandos alemanes.

Por:

14 abr 2016

Si existe un verdadero lenguaje universal en el mundo, ese es el de las matemáticas. “Cuando vas a un país con otra cultura, la gente es diferente, el idioma es diferente, pero las matemáticas y la forma de hacerlas son siempre la misma. Y los matemáticos son todos muy similares, no importa de dónde vienen”. Así expresó Felix Hummel, un joven doctorando en Matemáticas de la Universidad de Konstanz (Alemania) quien por motivo de la Cátedra Europa estuvo de visita en Uninorte, junto a sus connacionales y colegas doctorandos Felix Kammerlander y Max Nendel,

Durante la semana de la cátedra los alemanes dictaron sendos cursos, que significaron para un amplio número de estudiantes de pregrado y maestría de Matemáticas de Uninorte una excelente oportunidad para profundizar sus conocimientos en tópicos avanzados en el área y una gran motivación para seguir escalando en su formación científica.

A lo largo de las dos semanas siguientes a la cátedra, los tres doctorandos han estado trabajando conjuntamente con los profesores Bienvenido Barraza y Jairo Hernández, del departamento de Matemáticas de Uninorte, en temas enmarcados en un proyecto de investigación que será financiado por Colciencias a partir de este año.

“Es un trabajo teórico-matemático y en el proyecto contamos con la participación de un asesor internacional, Robert Denk, que es el tutor de doctorado de Nendel, Hummel y Kammerlander, y con quienes ha trabajado desde sus maestrías”, explicó el profesor Barraza.

Denk, profesor del departamento de Matemáticas y Estadística de la Universidad de Konstanz, ha estado muy ligado desde 2011 a Uninorte, a la que ha brindado su colaboración en proyectos previos con Colciencias.

“La venida de los estudiantes obedece a que nos pueden ayudar compartiendo sus experiencias y sus resultados para intercambiar ideas sobre el proyecto. Y de paso, poder tener la posibilidad de brindarle a los estudiantes de nuestro programa unos profesores que pudieran darles unos cursos a un nivel adecuado para ellos”, añadió Barraza.

Para los tres alemanes su visita a Colombia, además de ser un gran intercambio académico y cultural, les representó un nuevo reto en la manera de presentar sus clases. Aunque el público de matemáticos es, a su parecer, similar en Colombia y Alemania, Felix Kammerlander admite que los colombianos valoran la explicación teórica en mayor medida que la simple realización de una serie de ejercicios en clase.

“Tienes que pensar un poco más para preparar la clase y ver con cuidado qué es lo que quieres transmitir. Es más difícil organizar la teoría y presentarla. Pero tuve la sensación de que todos los estudiantes estaban interesados en lo que les dijimos. Nos preguntaban cosas y fue genial”, expresó Kammerlander.

¿Por qué estudiar matemáticas?

Una pregunta a la que se han enfrentado estos tres jóvenes doctorandos tanto en Colombia como en Alemania y cualquier lugar del mundo que visitan es cuál es la verdadera aplicación práctica de obtener un título en matemáticas en lugar de uno en una ciencia aplicada como la ingeniería.

Max Nendel cree que la gran ventaja de ser un matemático, y aquello que los hace distintos, es su forma diferente de pensar y la manera abstracta de ver las cosas. “Poder abstraer y hacer una generalización de cada situación en particular nos ayuda mucho en la práctica. Por eso en Europa y especialmente en Alemania, los matemáticos se ven mucho en bancos y compañías de seguros. Pueden conseguir un trabajo muy fácilmente”.

Nendel se especializa en estudiar procesos estocásticos –la descripción matemática de eventos aleatorios–, un campo con grandes implicaciones en el mundo real, y admite que “todo el mundo es de alguna forma aleatorio porque nadie sabe con certeza lo que pasará mañana o en un año”.

“Los precios de las acciones en la bolsa de valores son procesos estocásticos. Las acciones no son algo real, sino abstracto como el dinero y el mercado de finanzas en general. Y cuando haces finanzas, estás utilizando modelos matemáticos, no hay forma de evitarlo”, sostiene Nendel.

Por su parte Felix Kammerlander añade que las compañías de ingeniería o tecnología de la información contratan matemáticos porque esperan que estos aprendan rápido. “Con las matemáticas aprendes a aprender”, afirma.

Hummel añade a su vez que hay ciertos conocimientos de los matemáticos como la teoría de números, de valiosa importancia para la encriptación, y los métodos numéricos que son de gran utilidad para las compañías. “Esto te permite hacer muchas simulaciones y con ellos remplazar experimentos costosos para investigaciones importantes. Hay varios campos donde ese conocimiento ‘extra’ de los matemáticos es importante”.

En contraste, Kammerlan admite que el tema en el que enfoca su trabajo académico, las ecuaciones diferenciales parciales, es muy lejano a la aplicación por ser puramente matemático. Sin embargo, asevera que “muchas cosas que empezaron así, como las teorías de Einstein, al principio la gente pensaba que eran sandeces abstractas, pero sin ellas ahora no tendríamos GPS, por ejemplo”.

“Las matemáticas son una ciencia fundamental, básica, y a veces es difícil ver que tan útil pueden ser”, agrega Kammerlander. “Pero por otra parte hay matemáticos que ven su oficio como un arte. Tú puedes hacer matemáticas, solo porque quieres hacerlo, como si pintaras un cuadro. Porque hay mucha belleza en esta ciencia; muchas personas están fascinadas por la belleza del lenguaje de las matemáticas”.

Por Andrés Martínez Zalamea

Más noticias