Mayor autonomía, clave en la gobernanza de las universidades europeas

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Margarida Mano, diputada de la Asamblea de la República Portuguesa.

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30 jun 2016

Con base en tres estudios de investigación realizados en varios países de Europa, Margarida Mano, actual diputada de la Asamblea de la República Portuguesa, explicó cómo han cambiado las políticas públicas en cuanto a educación superior en el continente.

Su conferencia, titulada Sistemas de educación superior e gobernanza. Una mirada internacional desde las políticas públicas, fue la encargada de cerrar el primer día del II Seminario Internacional de Gobierno Universitario, organizado por el Observatorio Colombiano de Buenas Prácticas de Dirección Estratégica Universitaria – Telescopi Colombia y la Universidad del Norte.

“La gobernanza (en términos de educación superior) es algo complejo porque no tiene solo que ver con el gobierno y las estructuras de poder, sino también con cómo la sociedad interactúa con esos procesos. También tiene mucho que ver con mecanismos e instrumentos que garanticen que la universidad o la institución está haciendo lo que debe hacer”, explicó la ponente.

Mano dejó claro desde el principio de su intervención que cuando se habla de políticas públicas en educación superior, lo más importante es saber lo que se quiere lograr. En segundo lugar, ser conscientes de que no es un tema cuyos resultados se reflejen en el corto plazo, y, finalmente, que es necesario hacer ejercicios de medición para saber si las acciones tuvieron éxito o no.

“Después de un periodo de masificación donde la gran preocupación (de Europa) fue que todo el mundo fuera a las universidades, la cuestión ahora es cómo hacer llegar los euros de la mejor manera”, sostuvo la conferencista.

Analizando la experiencia de países como Inglaterra, Holanda y Dinamarca, entre otros, Mano descubrió que los mayores cambios en términos de políticas públicas y gobernanza de educación superior se dieron en cinco variables: órganos de gobierno, autonomía institucional, liderazgo, financiación y calidad.

“En cada país hay diferencias, mas la tendencia es de una mayor autonomía con algunos mecanismos de acompañamiento”, señaló, añadiendo que las formas de autonomía de las universidades son cuatro: organizativa, financiera, de gestión de recursos humanos y académica.

"En términos de autonomía institucional, lo que vemos en las políticas públicas es que hay un aumento significativo de la capacidad de autonomía de las instituciones. Es muy fuerte por ejemplo la capacidad de contratar, de poder gestionar el patrimonio. En algunos ha cambiado más que en otros, pero la autonomía ha aumentado significativamente. También hay un aumento significativo en las herramientas de monitorización que les permiten a las entidades del Estado evaluar el desempeño de estas instituciones con los fondos que les son asignados”, apuntó Mano.

Por Melissa Zuleta Bandera

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