Mujeres matemáticas bregan por una mayor participación dentro de su campo

Mujeres-matematicas.jpeg
Susana Florentino, María Isabel Cortez, Natalia García Colín, Christina Brech y Alicia Dickenstein.

Por:

15 jul 2016

Como parte de las más de 200 actividades que tuvieron lugar durante los cinco días del V Congreso Latinoamericano de Matemáticas, el miércoles 13 de julio se llevó a cabo el foro ‘Mujeres matemáticas en Latinoamérica’.

Este espacio fue la oportunidad para referirse a los problemas de género en las matemáticas en la región, ofrecer soluciones para enfrentarlos y crear una red de mujeres que trabajen en esta ciencia, que en Latinoamérica posee poca representación del género femenino.

El foro fue dirigido por la doctora Alicia Dickenstein, de la Universidad de Buenos Aires, y contó con la participación de las matemáticas Christina Brech, de la Universidad de Sao Paulo (Brasil); María Isabel Cortez, de la Universidad de Santiago de Chile, y Natalia García Colín, del Centro de Investigación Infotec (México), todas miembros de colectivos en pro de los derechos de las mujeres matemáticas. El evento también contó con la participación de Susana Florentino, vicepresidenta de la Red de Mujeres Científicas en Colombia.

García Colín, quien hace parte de la Comisión de Equidad y Género en México y es vicepresidenta de la Sociedad Mexicana de Matemáticas, afirma que, aunque en su país la proporción de mujeres con respecto a hombres que estudian matemáticas a nivel de pregrado se ha equiparado, actualmente solo el 30 por ciento de matemáticos con doctorado son mujeres.

La situación de disparidad es más notoria en las posiciones académicas. En México, según cifras expuestas por García, las mujeres solo ocupan un 25 por ciento de los puestos que ostentan matemáticos dentro de universidades. Esto se extiende hacia la investigación, donde solo 19 por ciento de los matemáticos investigadores registrados en el país (816) son del género femenino y solamente seis matemáticas están el nivel más alto de calificación en investigación (III).

Estas cifras son sintomáticas de lo que sucede a lo largo de la región. María Isabel Cortés, quien integra el Colectivo de Mujeres Matemáticas de Chile, expone que, en los 11 principales departamentos de matemáticas de ese país, solo hay un 23 por ciento de mujeres.

Para Christina Brech, lo anterior puede deberse, en parte, a una especie de círculo vicioso, en el que la misma falta de mujeres que sirvan como modelos a seguir en las matemáticas, no atrae a las jóvenes hacia la ciencia de los números.

Pero la carencia de mujeres como tal no es la única dificultad. La minoría femenina en la comunidad matemática –sostiene Brech– se enfrenta a un “ambiente hostil” que acrecienta el número de inconvenientes para ellas.

“Los problemas que afrontan las mujeres matemáticas son de diversos tipos, principalmente relacionados con el rol atribuido a las mujeres por la sociedad en general”, señala la académica brasileña. “Las mujeres no estudiamos matemáticas, o entramos a estudiar y salimos, o nos graduamos pero no progresamos como los hombres en nuestras carreras”.

Como denuncia Brech, prejuicios, sexismo, acoso e incluso violencia sexual hacia mujeres no son ajenos a los institutos científicos en Brasil, así como problemas relacionados con la maternidad y cuidado del hogar y la familia de los que no están exentos las mujeres matemáticas, que les impiden acceder a más altos escenarios en su campo de estudio.

A esto Brech añade la invisibilidad a la que son sometidas las mujeres matemáticas. “A veces somos olvidadas cuando se hacen listas de ponentes invitados en eventos. También en el caso de las coautorías en textos académicos, las mujeres reciben menos reconocimiento que sus coautores masculinos”, apunta, añadiendo que en muchos casos la gente no nota cuando está incurriendo en prejuicios o injusticias hacia la mujer, por lo que ponderó la realización de un foro en medio del Congreso para visibilizar la situación.

¿Qué se ha hecho al respecto?

Parte de su Agenda 2030, la ONU ha propuesto como quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. Esto, según Natalia García, guarda relación con la academia, como se señala en un aparte del texto que propugna “velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública”

La inclusión de las mujeres en ciencia también es una prioridad para UNESCO, que ha declarado que la ciencia “no puede continuar privándose del potencial científico de la mitad de población mundial”. Para este fin, UNESCO ha promovido iniciativas como la Organización de Mujeres Científicas de Países en Desarrollo. “La mayoría de estos programas suceden en África, pero hay algunos trabajando en Latinoamérica. En particular, lo que realizan es cursos de entrenamiento en presentar papers, posters y otras cosas como realizar conferencias a diferentes audiencias”, explica García.

Asimismo, el Banco Interamericano de Desarrollo dispone fondos para promover eventos a favor de la inclusión de mujeres en la ciencia, e iniciativas como el Comité para Mujeres Matemáticas, creado en el Congreso Internacional de Matemáticos en Corea (2014), promueven redes de mujeres matemáticas y proveen aportes para encuentros entre ellas. Un comité similar será establecido a nivel latinoamericano en los próximos meses.

María Isabel Cortez, quien pertenece al Colectivo de Mujeres Matemáticas en Chile, explica que al interior de este grupo organizan actividades en escuelas, donde buscan interesar a las jóvenes en las matemáticas, así como mesas redondas donde se discuten aspectos relacionados con el rol femenino dentro de las ciencias básicas. Al interior de la Comisión de Equidad y Género en México, coordinada por Natalia García, se realizan eventos similares orientados a favorecer la inclusión de grupos poco representados en el quehacer matemático.

Del mismo modo, la Red de Mujeres Científicas de Colombia ha llevado esta clase de actividades en universidades como la Nacional, Javeriana y de los Andes, para, “mostrar a las jóvenes que las áreas STEM son realmente importantes para la construcción de una sociedad más sensible, creativa y, sobre todo, igual”, mantuvo su vicepresidenta Susana Florentino.

“Creo que las mujeres somos tan capaces como los hombres para producir matemáticas”, intervino por su parte Alicia Dickenstein. “Pero tenemos que mejorar lo que está pasando y prestarle atención. Ojalá haya un gran movimiento en todas las ciencias, pero estamos muy contentos porque habernos reunido en Barranquilla es un gran incentivo”.

Por Andrés Martínez Zalamea 

Más noticias