Niños pasaron un día de sus vacaciones entre murciélagos, iguanas y zarigüeyas

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Los participantes posan con el producto del taller, las representaciones de los animales del bosque seco tropical.

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04 jul 2019

Un par de horas de taller pueden cambiar completamente la perspectiva de cualquiera, como le ocurrió a Juan Carlos Bohorquez y Emmanuel Serje. Los niños, ambos de seis años, sintieron miedo al ver por primera vez una iguana, en la mañana del 3 de julio, cuando ingresaban al campus de Uninorte para asistir al taller de elaboración de animales silvestres representativos del bosque seco tropical, que organizó Ecocampus. 

“Mi hijo cuando entró y vio la iguana, sana y buena, tomando el sol, me hizo una cara y me preguntó, ¿Qué es eso?”, contó Angie Pinedo, madre de Emmanuel. “Si no se le enseña, ellos no le cogen el amor a la naturaleza”, complementó Meriele Rebolledo, madre de Juan Carlos y docente del departamento de Química y Biología. Ambos participantes tenían vívidos recuerdos del verde, marrón y rojo que vieron, y los reprodujeron en la representación en papel maché que realizaron con ayuda de sus madres. 

Javer Herrera, apoyo técnico de Ecocampus y encargado de dirigir el taller, contó que el objetivo es generar conciencia en torno a la fauna propia del bosque seco tropical desde los más pequeños, para que sepan que estos animales no son una amenaza. La estrategia implementada, en la que se combinó conocimiento general con contenido lúdico, surtió sus frutos.  

Una de las que aprendió esta lección fue Claire Wightman. “Un día, en la casa de mi abuela, abrimos la puerta y había un murciélago lastimado en una ala que no podía mover. Estábamos asustados por el murciélago, hasta que pudo escapar”, relató la niña sobre el encuentro que tuvo. “¡Pero no chupan sangre!”, le recordó lo aprendido Lucía Badillo, otra de las inscritas. “Yo sé, la próxima vez que lo vea lo voy a ayudar”, le respondió su compañera. 


Lucía Badillo y Claire Wightman, mientras trabajaban en sus muerciélagos. 

 

Como método para explorar la creatividad de los niños y reforzar lo aprendido, realizaron las representaciones en papel maché. La actividad fue idea del grupo estudiantil Faunáticos. Una de sus integrantes, Andrea Sanabria, estudiante de Contaduría, ya había experimentado con escultura de animales en ferias en el campus y quisieron reproducir este conocimiento con niños. 

“Los niños son la primera comunidad que queremos impactar porque son los que cuidarán de nuestro futuro”, manifestó Gabriela Lozano, presidenta del grupo estudiantil que fue creado en 2016 y que está compuesto por estudiantes de diferentes carreras de Uninorte, interesados en temas de defensa de ecosistemas. En el taller también apoyaron integrantes del grupo estudiantil Green Generation. 

Luego de varias horas de trabajo, y con las manos sucias de goma y pintura, los niños terminaron sus representaciones y orgullosos las llevaron a sus casas. “La próxima vez voy a hacer una zarigüeya”, concluyó Emmanuel. 

 

Por Leonardo Carvajalino

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