Nos unimos a la celebración del Día Internacional del Reciclaje

La Dirección de Sostenibilidad Ambiental, con el acompañamiento de la Alianza 4U, se unió a la conmemoración mundial con una jornada de conferencias sobre reciclaje. El coloquio convocó a expertos para conversar sobre buenas prácticas de desarrollo sostenible.

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La docente Paige Poole durante su presentación.

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19 may 2021

Cada 17 de mayo, el mundo celebra el día del reciclaje con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de tratar los residuos de manera oportuna para proteger el medio ambiente, y recordar que existen acciones concretas que podemos implementar para disminuir nuestro impacto negativo en el planeta. 

Con miras a conservar un entorno sano para el disfrute de las próximas generaciones, la Dirección de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad del Norte, con el acompañamiento de la Alianza 4U, se unió a la conmemoración con una jornada de conferencias sobre reciclaje. El coloquio convocó a expertos que conversaron el lunes, 18 de mayo, sobre buenas prácticas y otras estrategias que podemos adoptar en nuestros hogares y nuestras actividades cotidianas para aumentar el desarrollo sostenible.

La primera ponencia se tituló Reduciendo mi impacto a través del consumo responsable, una charla interactiva, que lideró Paige Poole, coordinadora del programa de Inglés con Énfasis en Cultura del Instituto de Idiomas. La experta inició señalando que “consumo responsable significa comprar productos que fueron producidos éticamente, no son dañinos para el medio ambiente ni la sociedad, y consumo sostenible hace referencia a satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. 

Por lo tanto, ser un consumidor responsable también implica pensar cuál es el legado medioambiental que estamos cosechando hacia el futuro. Cuando pensamos en la praxis de un consumo responsable, solemos creer que el reciclaje es la solución al problema de residuos a nivel mundial. Sin embargo, Poole cuestionaba que “lo más importante es intentar siempre rechazar y reducir. Tenemos que asegurarnos de que lo que se destina al reciclaje es lo que realmente necesitamos consumir, y no solo lo que queremos consumir”. 

La buena noticia es que existen otras formas de reducir nuestro impacto. Por ejemplo, haciendo modificaciones alimenticias que nos permitan reducir al máximo el consumo de carnes rojas. Otra iniciativa es seleccionar mejor los productos del hogar, puesto que algunos pesticidas, velas, productos de limpieza, pintura, ambientadores y productos de aseo personal contaminan el aire y se convierten en una gran cantidad de basura. Por último, es importante no caer en el lavado verde, que se refiere a que aquellas prácticas que usan las empresas para presentar productos y servicios como amigables con el medio ambiente, sin  serlo necesariamente.

El segundo panel se tituló Gestión de residuos de posconsumo y su aporte a la estrategia nacional de economía circular, cuya moderadora fue Tatiana Soto, profesional de educación y proyectos transversales de la asociación Grupo Retorna, quien explicó la importancia de tomar conciencia frente al manejo que le damos a ciertos residuos que son altamente contaminantes. 

“Un residuo posconsumo es un material que, por sus características, debe tener un tratamiento de manejo especial o diferencial. Y en caso de no tenerlo, puede ocasionar una serie de impactos negativos en el ambiente y la salud”. Algunos de estos residuos son insecticidas de uso doméstico, llantas, computadores, pilas usadas, electrodomésticos o baterías de plomo, y la mayoría terminan en rellenos sanitarios. 

Ahora bien, cuando se le da una correcta gestión a los productos posconsumo, estamos aportando a la estrategia nacional de economía circular con conciencia ambiental, que se refiere a un nuevo modelo de desarrollo sostenible en el que se manejan eficientemente los residuos para incorporar estas materias en un nuevo ciclo de vida. Esto implica llevar este tipo de residuos a lugares que se especializan en su tratamiento, en lugar de arrojarlos directamente a las canastas de basura. 

Según la experta, el beneficio de ser parte de este nuevo modelo es “avanzar en la transformación productiva de las cadenas de producción y consumo a través del cierre de ciclos de materiales, agua y energía, en nuevos modelos de negocio y en la innovación de sistemas industriales y agroindustriales existentes”. Razón por la que invitó a los asistentes a contribuir a las estrategias de organizaciones como el Grupo Retorna, que optimiza la vida útil de los residuos posconsumo.   

La tercera conferencia, Cadena de reciclaje del PET y su aporte a la estrategia nacional de economía circular, fue dirigida por Juan Carlos Gutiérrez, Gerente Director de EKORED, una red colombiana de reciclaje que se enfoca en recuperar las botellas de PET y transformarlas mediante proyectos de alta tecnología en resinas, fibras y filamentos, los cuales son empleados en múltiples usos textiles o plásticos. 

Esta empresa se dedica al abastecimiento, el procesamiento y la comercialización de material reciclado, a través de la formación de una red de aprovechamiento para beneficiar al medio ambiente y mantener el equilibrio entre crecimiento económico y bienestar social.

“El mundo está cambiando, y con él, el comportamiento y actitud del ser humano. El progreso traza nuevos modelos de vida y presenta formas alternativas de trabajo. EKORED, con su objetivo de trabajar por la sostenibilidad, le apunta a esta megatendencia”, comentó Guitierrez, quien además exaltó la labor de los recicladores en Colombia, con miras a dignificarlos como personas prestadoras de una actividad de aprovechamiento. 

Y para cerrar el coloquio, la charla Cómo y por qué compostar en casa con residuos orgánicos, liderada por Cristina Romero Ríos, ingeniera ambiental y magister en Divulgación Científica, se presentó a manera de una guía prácticas acerca de cómo hacernos cargo de nuestros residuos orgánicos para disminuir el impacto ambiental global. 

La invitada inició mostrando un vídeo del paso a paso para hacer compostaje en casa: escogiendo un recipiente que permita la entrada del aire, utilizando cartón, papel o aserrín, y agregando nuestros residuos orgánicos (desechos de origen vegetal, cáscaras de huevo, bolsas de aromáticas o el residuo del café). Una actividad que nos permite darle un segundo uso a nuestros residuos y producir nuestro propio abono orgánico. 

“La conclusión es que compostar no es difícil, y es muy emocionante, porque hacer magia con lo que tenemos en la casa y generar vida. Ayudando a que nuestro impacto ambiental sea menor y a tener un planeta más saludable para habitar”, exclamó Romero. 

 

Por María Fernanda Salgado. 

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