Nuestra propia isla de basura, ¿en qué estamos fallando para merecerla?

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Estudiantes voluntarios durante una de las jornada de recolección de basuras en la playa de Punta Roca.

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21 jun 2019

Hubo un tiempo en que las playas de Puerto Colombia eran resguardadas por un brazo peninsular que servía de espolón a la bahía de Sabanilla, denominado Isla Verde. Entonces sus aguas no eran grises, la arena era blanca y el mundo entraba a Colombia por tren. Han pasado más de 70 años, mucha agua y malas decisiones. Hoy las costas del municipio son vulneradas por un gran cúmulo de desechos que puede abarcar más de 15 kilómetros de playa; una isla de basura que se nutre de los residuos arrastrados por el río Magdalenas. Las aguas son grises. La arena hace mucho dejó de ser blanca. El mundo ya no es el mismo.

Más de mil toneladas de residuos han sido recolectadas por las autoridades, sociedad civil y Triple A en las playas de Puerto Colombia, luego de que arribara a finales de mayo la isla de basura. La gran aglomeración de desechos, según la empresa de servicios públicos, se compone en su mayoría (80 %) de troncos, madera, tarulla y residuos vegetales, el resto es plástico, muebles, enseres y electrodomésticos (20 %). La Contraloría y la Procuraduría General de la Nación, luego de apersonarse del caso, concluyeron que no solo hay una falta de coordinación entre las autoridades competentes y la ciudadanía de los departamentos que atraviesa la cuenca del río Magdalena, sino que evidenció la ausencia de verdaderos dolientes por el afluente.

“Las basuras siempre han estado en Puerto Colombia porque hay una condición sistemática, persistente en tiempo y espacio. Lo que causa la sensación de preocupación es que se vino una cantidad un poco más atípica de lo que generalmente llega. Pero, por ejemplo, con las limpiezas de playas que hacemos cada semestre con el Instituto de Desarrollo Sostenible (IDS) sacamos en promedio una tonelada de basura. La diferencia esta vez es que hubo un tensor de cambio, en este caso probablemente por una precipitación extrema combinada con el régimen medio (de calma) del mar”, detalla el docente, doctor en Ingeniería.

La Alcaldía de Puerto Colombia, además de activar los respectivos operativos de limpieza en las playas, instó a las Corporaciones Autónomas Regionales del Río Grande de la Magdalena, Cormagdalena y del Atlántico, CRA, a emprender acciones que permitan resolver definitivamente el problema. 

Juan Camilo Restrepo, profesor del departamento de Física y Geociencias, experto en las dinámicas de los cuerpos de agua, enfatiza en que hay que diferenciar dos hechos puntuales en el tema de contaminación. El primero es que, por las condiciones del entorno, es relativamente normal que aparezcan cuerpos de madera en residuos. Sin embargo, lo que no es natural, agrega, es cuando estos derivan de los procesos de deforestación y el resto de residuos se componen de plástico, colchones muebles o hasta neveras.

“Es un indicativo muy preocupante de la incapacidad y poca eficiencia que tenemos en el tratamiento de los residuos (…) La isla de basura es muy impactante visualmente, pero lo más grave es lo que no se ve: contaminantes como metales pesados, como nutrientes que están allí, pero no se ven”, recalca el profesor.

Para Carlos Pacheco, coordinador de la maestría en Ingeniería Ambiental y docente del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, el problema de los residuos sólidos tiene una connotación importante: “el individuo”, porque como tal tiene la obligación de disponer de la basura que genere de una forma ambientalmente correcta. De igual forma, puntualiza que hay una evidente "falta de pertenencia" por la ciudad, el río y el ambiente en general.

“Mientras no se cambie la mentalidad de las personas, no solo de los ribereños sino de la gente que vive en los ríos afluentes al río Magdalena, siempre vamos a tener ese problema porque el río siempre va a arrastrar materiales (…) Como individuo tenemos que cambiar. No pensemos en las futuras generaciones, sino en el presente”, manifiesta Pacheco.

El académico explica que en Colombia y Latinoamérica, en general, siempre se han enfocado en la gestión de los residuos. Es decir, pagarle a una empresa para que nos quite el problema, pero ninguno enfocado en soluciones técnicas.

“El 94 % de la basura en Colombia se dispone en rellenos sanitarios, pero no hay, por ejemplo, procesos de incineración, no hay plantas de tratamiento biológico, donde se hace compost, se separa lo metálico, lo plástico. No hay plantas de fermentación, donde en zonas muy frías se hace un fermentador y se saca un compostaje. No hay procesos técnicos en los que se cierren rellenos sanitarios y se genere energía. Esa parte técnica es el éxito de otros países, como Alemania, Suiza o los países escandinavos”, advierte Pacheco.

La contaminación de los océanos es catalogada como una de las problemáticas ambientales más graves del planeta. Por lo tanto, la presencia de una isla de basura en las playas de Puerto Colombia es una tragedia ambiental. Es una preocupante alerta de la naturaleza para que por fin se empiece a dar una solución de raíz, que logre minimizar el impacto ambiental de la contaminación humana.

Por José Luis Rodríguez R.

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