“Nuestro norte es muy claro: continuar el ascenso hacia la excelencia académica“, rector Adolfo Meisel

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El rector Adolfo Meisel durante su discurso en el coliseo.

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24 sep 2018

Durante la ceremonia de grados de la Universidad del Norte, celebrada el viernes 21 de septiembre, el rector Adolfo Meisel Roca felicitó a los 926 graduandos y reiteró su compromiso con el plan estratégico de la Universidad.

En su discurso de congratulación distinguió la labor de las instituciones, empresas y familias que han contribuido al programa de becas, a través de sus donaciones, y recordó la importancia de la ética en cualquier aspecto de la vida.

“Nuestro norte es muy claro: continuar el ascenso hacia la excelencia académica. En la actualidad, en diferentes rankings la Universidad del Norte ocupa el primer lugar en la región Caribe; la meta, en adelante, es que en muchas áreas del conocimiento podamos alcanzar los primeros lugares, ahora, a nivel nacional”, comentó el rector en el coliseo.

Asimismo, hizo un llamado a los nuevos egresados para no olvidar que un profesional de la Universidad del Norte es integral, pues tiene los conocimientos necesarios para desempeñarse, las actitudes requeridas para ser un buen miembro de familia, un buen trabajador y un buen ciudadano; “en síntesis, ser una buena persona”.

“Tengo la convicción profunda de que la verdadera transformación de Colombia se dará en los salones de clases de las universidades que logren formar a los profesionales integrales que el país necesita. La Universidad del Norte les ha dado a ustedes todas las herramientas para ser ese tipo de profesionales. Que ello se convierta en una realidad a través de sus vidas dependerá, de ahora en adelante, de su decisión autónoma, de saber decir sí o no ante los dilemas éticos que tendrán que enfrentar”, recalcó el economista.

Discurso completo del rector Adolfo Meisel Roca.

Buenas tardes a nuestros queridos graduandos, sus familias, a nuestras autoridades académicas y por supuesto a la Ministra de Educación, María Victoria Angulo quien nos acompaña muy especialmente en la tarde de hoy.

En esta tarde tan significativa para ustedes, graduandos y sus familiares, quiero darles mis sinceras felicitaciones por este logro tan transcendental que influenciará el resto de sus vidas de manera muy positiva. Hoy alcanzan un sueño, pero también es un primer peldaño para conseguir todo eso que tanto anhelan. ¡Un fuerte aplauso para nuestros graduandos!

El grupo que participa en esta ceremonia está compuesto por 644 graduandos de pregrado y 281 de posgrado (271 de maestría y 10 de doctorado). Entre quienes reciben su título profesional hoy se encuentran nueve graduandos que también obtienen un título con una universidad internacional bajo nuestros programas de doble titulación, y 84 nuevos profesionales que cursaron sus estudios gracias a una beca.

Es por ello que quiero hacer un reconocimiento público a todas las instituciones, empresas, familias y personas que han contribuido a través de sus donaciones a nuestro programa de becas. Qué satisfactorio es para todos nosotros saber que los aportes y la confianza en la educación de: Promigas, la Sociedad Portuaria de Santa Marta, Acesco, la Alcaldía de Puerto Colombia, Allianz, Expreso Brasilia, Gecelca, Pacific Rubiales, Valorcon, Combarranquilla, Leyla Atique, Tulia Herrera y de la familia Espinosa Dávila, se ven materializados hoy en nuevos profesionales de excelencia. También se gradúan 62 jóvenes que contaron con becas con recursos de la Universidad. Qué orgullo, qué orgullo para los donantes, para la universidad y para las familias de los graduandos.  

Después de cumplir casi tres meses como Rector registro complacido las inmensas fortalezas institucionales que caracterizan a nuestra universidad. He venido trabajando con los vicerrectores, decanos y el cuerpo directivo en un programa de trabajo para fortalecer el plan estratégico de la Universidad. Nuestro norte es muy claro: continuar el ascenso hacia la excelencia académica.

En la actualidad, en diferentes rankings la Universidad del Norte ocupa el primer lugar en la región Caribe; la meta, en adelante, es que en muchas áreas del conocimiento podamos alcanzar los primeros lugares, ahora, a nivel nacional.

Me he referido a los rankings como unos de los indicadores que se utilizan para evaluar la calidad en la educación superior. Son relevantes, los debemos tener en cuenta, pero no podemos ser unilaterales o simplistas a la hora de entender la calidad. Los rankings son solo una parte de la historia. Así lo manifiestan algunos de los empleadores más grandes y atractivos del país cuando nos dicen que las mediciones cuantitativas pesan un porcentaje que es menos de la mitad, tal vez un 30%, de lo que tienen en cuenta para contratar un profesional recién graduado.

Escuchen bien: ¿Qué es lo principal para esos empleadores? Su respuesta es que lo crucial son los valores, que sean buenas personas, que sean trabajadores, colaboradores, que interactúen bien con otros funcionarios, que sean alegres, honestos y que tengan liderazgo. Es decir, lo que hoy se conoce como las competencias blandas, y que hace unos años se denominaba simplemente como el carácter.    

Lo anterior me lleva a reiterarles que no deben olvidar nunca que un buen profesional, un profesional de la Universidad del Norte, es integral: tiene los conocimientos necesarios para desempeñar su profesión, las actitudes requeridas para ser un buen miembro de familia, un buen trabajador, y un buen ciudadano, en síntesis, ser una buena persona.

En nuestro país es común ver personas que tienen éxito profesional y son amorosas y responsables con sus familias. Pero cuando se trata de la vida pública muestran unos patrones de comportamiento antisociales: no pagan los impuestos, violan las leyes en su propio beneficio, no son solidarios con el resto de las personas, exaltan la violencia en la resolución de los conflictos. Algunos incluso son profesionales con éxito económico. Pero qué tristeza, que en esos casos el conocimiento no les sirva para ser buenas personas, para ser buenos ciudadanos.

Como lo ha dicho a menudo un ex rector de la Universidad Nacional de Colombia: es necesario que en este país acabemos la cultura del “todo vale”. El “todo vale” nos remite a la ley de la selva, a la naturaleza en su estado más primitivo. Esos valores antisociales son los que no permiten que los colombianos podamos avanzar rápidamente en lograr un buen nivel de vida para todas las personas.

Las universidades son sobre todo fábricas de ideas, ideas que se incorporan en las nuevas generaciones de profesionales. Yo tengo la convicción profunda de que la verdadera transformación de Colombia se dará en los salones de clases de las universidades que logren formar a los profesionales integrales que el país necesita.

La Universidad del Norte les ha dado a ustedes todas las herramientas para ser ese tipo de profesionales. Que ello se convierta en una realidad a través de sus vidas dependerá, de ahora en adelante, de su decisión autónoma, de saber decir sí o no ante los dilemas éticos que tendrán que enfrentar.

Deseo que los acompañe siempre el espíritu de esta “casa que enseña a triunfar” y que al final del camino puedan decir, como dice el himno de nuestra universidad, que obraron siempre con “rectitud, alegría, verdad”.  

¡Mis felicitaciones!

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