Presentan las cifras de criminalidad del primer semestre en Barranquilla

El Observatorio de Seguridad Ciudadana comparó los datos de este periodo con los de 2019. Se registraron disminuciones en casos como homicidios comunes, hurto a comercio y lesiones personales, en el marco de una primera mitad de año atípica por la pandemia de covid-19.

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La charla se llevó a cabo a través del canal de Youtube Uninorte Colombia.

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11 ago 2020

El Observatorio de Seguridad Ciudadana, centro intersectorial e interinstitucional en el que confluyen el esfuerzo de la Universidad del Norte, Probarranquilla, Amcham, Cámara de Comercio y Fundesarrollo, presentó el 6 de agosto los resultados de su tercer informe semestral, con el objetivo de reflexionar una vez más alrededor de las cifras relacionadas con los índices de violencia y criminalidad en Barranquilla.

El documento, desarrollado con el acompañamiento del Observatorio del Delito de la Policía Nacional y utilizando las bases de datos del Sistema de Información Estadístico Delincuencial y Contravencional de la Policía (SIEDCO), compara los datos del primer semestre de 2020 frente a los de 2019, registrando disminuciones en casos como homicidios comunes, hurto a comercio y lesiones personales, en el marco de una primera mitad de año atípica por la pandemia de covid-19.

El rector Adolfo Meisel Roca destacó el trabajo del observatorio para la toma de decisiones de carácter público, porque “es una labor de fortalecimiento de la democracia” que empodera a los ciudadanos con información fundamental para su calidad de vida. Janiel Melamed Visbal, profesor del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, y director del observatorio, presidió el encuentro —transmitido por el canal Uninorte Colombia— que tuvo como invitados a Luz Stella Rodríguez, presidenta de la Asociación Colombiana de Criminología, y a Jaime Polanco, asesor de la Gerencia de Fronteras de la Presidencia de la República.

En el tema de homicidios, el delito que genera más impacto en materia de seguridad ciudadana, el observatorio registra tres casos menos (144) con relación al primer semestre de 2019 (147), pero se evidencia un aumento con víctimas de origen venezolano, llegando a representar un 12,5 % (18) de los casos registrados. A nivel local, en el primer semestre de 2019, esta cifra fue de 4,8 % de los casos. A nivel nacional, para 2019, el registro anualizado de víctimas de homicidio de origen venezolano representó el 3,42 % del total de casos.

“El registro nos indica el uso del arma de fuego como un elemento significativo en el delito. Debido a los elevados registros de víctimas de origen venezolano, incentivamos a desarrollar investigaciones que permitan esclarecer estos hechos y tomar iniciativas que a su vez eviten posibles tendencias xenófobas de la población nativa frente a los migrantes”, afirmó el profesor Melamed.

En el caso de hurto a personas, también aumentó el uso de armas de fuego. Barranquilla durante los dos primeros meses marcaba un acrecentamiento en el número de estos delitos, pero a partir de marzo, a raíz de las medidas de confinamiento, se presentó una disminución constante. Los sectores donde más se registró en el primer semestre este tipo de delito fueron Centro, Ciudadela 20 de julio y Barrio Abajo, con 158, 109 y 106 hurtos, respectivamente.

Respecto al hurto a comercio, registra una disminución significativa (- 44,3 %), pasando de 1017 casos en el primer semestre de 2019, a 566 en el de 2020. La ‘zona de calor’ o de mayor registro de casos coincide con la de otros delitos: el Centro. Los casos de violencia intrafamiliar han disminuido en un 17,6 %, pasando de 922 casos en 2019 a 760 en 2020, y los de delitos sexuales un 48,5 %, reduciendo la cifra de 538 casos a 277. Solo niños (género masculino) de entre 1 a 11 años de edad representaban el 43 % de las víctimas.

El observatorio visibiliza la evolución de cada uno de estos delitos, dando un acompañamiento a la sociedad civil no solo con índices de violencia y criminalidad en Barranquilla y su entorno metropolitano, sino también siendo propositivo en políticas públicas en las que los tomadores de decisiones sientan un apoyo en pro del beneficio general.

“Debemos tener en cuenta para el análisis de esas cifras varias circunstancias: el acceso a la justicia ha estado limitado. Puede haber una diferencia entre la criminalidad registrada y la real, porque la misma pandemia nos implica una situación de distanciamiento (…) Se deben generar mecanismos para que la institución vaya al lugar donde está el ciudadano. Las campañas deben estar encaminadas a empoderar a la ciudadanía”, señaló Luz Stella Rodríguez.

En el sector público y en el tema de políticas públicas, lo que no se mide no existe. Jaime Polanco resaltó la importancia de generar espacios de análisis desde la academia que permitan generar conocimiento frente “al segundo fenómeno migratorio más grande del mundo después del caso sirio”: la migración venezolana en Colombia. En cuanto a comportamientos contrarios a la convivencia, los venezolanos en este primer trimestre cometieron 32 988 casos, y el 30 % hacen referencia a la ocupación del espacio público.

“En espacio público, donde son visibles y pueden generar alguna actividad comercial informal (…) Los crímenes en los que se ven involucrados también tienen relación con aquellos donde se generan rentas, como son el hurto a comercio, a personas o el transporte o fabricación de estupefacientes (…) En Barranquilla, el 11.5 % de estos comportamientos contrarios son cometidos por los venezolanos, muy por debajo del promedio nacional”, manifestó el asesor presidencial.

Rodríguez recomendó ponerle mucha atención a los delitos de violencia intrafamiliar y sexuales, porque la sintomatología de ansiedad, estrés y depresión estudiada en metanálisis de otras pandemias permiten predecir que se exacerban, sobre todo porque se dan al interior de un lugar habitacional.

“Es difícil que las instituciones y otras personas las conozcan. Por eso debemos generar canales para que las presuntas víctimas puedan comunicarse de forma oportuna. Con cifras que tengamos de comisarías de familias hay que hacer un acompañamiento a esas familias, para tratar de prevenir el incremento”, concluyó la panelista.

Por José Luis Rodríguez R.

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