Observatorio del Río evalúa deterioro en tajamar de Bocas de Ceniza

Los boquetes y socavaciones que se observan en varios tramos del tajamar occidental de Bocas de Ceniza pasan inadvertidos para los operarios de vagones y los pescadores de las playas de Puerto Mocho, pero no para la mirada de expertos del Observatorio del Río, la plataforma de investigación y monitoreo del río Magdalena, creada por la Universidad del Norte.

Durante un recorrido por la estructura, realizado el 2 de octubre, Humberto Ávila, director del observatorio y del Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales (IDEHA), junto a Vicente Mercado y William Fuentes, profesores de Ingeniería Civil de Uninorte, evidenció el malogro del tajamar entre la desembocadura (km 0) y el barrio Las Flores (km 8).

“Esta visita permitió identificar el estado actual del tajamar. Requiere de un mantenimiento para mejorar las vías de acceso, para mejorar las condiciones estructurales, geotécnicas, para evitar el deterioro del mismo. Es fundamental mantener las condiciones del tajamar desde el punto de vista hidráulico y geotécnico”, manifestó Ávila en la inspección.

En varios puntos de los ocho kilómetros de extensión no solo se observó el desgaste de la vía férrea, sino también movimiento de terreno y relleno superficial. Cientos de desechos se instalan al margen derecho de la estructura, creando cúmulos de basura, producto de la indiferencia y la falta de gestión de las autoridades. Algunos lugareños aseguraron que las advertencias por la situación del tajamar “nunca han sido escuchadas”.

Entre el kilómetro 1 y 2 los expertos manifestaron que los daños se generan también por la migración de partículas en el centro del tajamar, y desde el kilómetro 3 confirmaron la reducción del enrocado, como consecuencia de las socavaciones.

De acuerdo con Cormagdalena, algunos puntos donde se presenta “pérdida localizada de material” tienen dimensiones de hasta 3 metros de longitud y profundidades de 1,5 metros.

“Hemos detectado que esta estructura en algunas zonas determinadas presenta deslizamientos. Significa que ha estado bajo fenómenos extremos, como tormentas y corrientes fuertes. Todavía es susceptible a deteriorarse y estos eventos extremos ocurrirán cada año. Esta estructura tiene mucha importancia porque es la que canaliza el río, le da toda la dinámica de socavación y sedimentación en el río”, recalcó Fuentes.

El último mantenimiento realizado al tajamar fue realizado a mediados de 2016, con la instalación de 4236 metros cúbicos de roca para recuperar los espolones y garantizar el estrechamiento del cauce en el canal de acceso a la zona portuaria.

“El estado del tajamar es relativamente bueno, sin embargo hay ciertas zonas donde el deterioro es evidente y es necesario ciertas obras de mantenimiento para garantizar los niveles del tajamar y la geometría de los taludes. Si se llegan a proyectar obras futuras, se deberán hacer estudios más profundos para garantizar que cualquier obra en el río no ponga en riesgo la estabilidad estructural”, afirmó Mercado.

La reconstrucción del tajamar oriental y la reparación del occidental hacen parte del Proyecto de Recuperación de la Navegación en el río Magdalena, que comprende la ampliación de 150 a 210 metros el ancho del canal, entre Bocas de Ceniza y 2 kilómetros aguas arriba.

Ávila informó que el observatorio posee información geotécnica de la estructura y que será estudiada en detalle para conocer el diámetro del enrocado, el impacto de la fuerza del oleaje, entre otros aspectos. Toda la información que se genere del estudio será puesta a disposición de las autoridades competentes. 

Por José Luis Rodríguez R.