Pasión y dedicación, el secreto de una becaria

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Juanita Eljadue Flórez, en compañía de su madre y sus hermanas.

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01 ago 2016

En una excepcional ceremonia, realizada por primera vez en horas de la tarde y durante la primera semana de clases, 94 jóvenes talentosos, provenientes de diferentes lugares de la región Caribe colombiana, no solo recibieron de la mano del rector de la Universidad del Norte, Jesús Ferro Bayona y de sus donantes, los certificados oficiales que los acreditan como becarios, sino que pudieron compartir y conocer la experiencias de becarios egresados.

Entre ellos, Juanita Eljadue Flórez, una de las ganadoras de la Beca Mejor Icfes y quien estudiará Medicina, esperaba impacientemente el momento de pasar al frente y sentir, como aseguró, el placer del deber cumplido.

“Siempre me ha interesado mucho el cuerpo humano y me encontraba fascinada por él. En un periodo de mi vida descubrí el servicio social y sentí que era algo que me llenaba mucho, porque el contacto con las personas es algo muy humano que me hace muy feliz”, expresó la joven egresada del Nuevo Colegio del Prado.

Esas dos pasiones, conocer el cuerpo humano y ayudar a las personas, la llevaron a escoger Medicina por encima de otras carreras, a pesar de que siempre se destacó en todas las asignaturas durante su época de estudio.

“Hacer las dos cosas que más te apasionen y que eso a la vez te agrade y te asombre, es algo definitivamente maravilloso”, comentó la estudiante de 17 años, quien desde la primaria ocupó los primeros lugares, a pesar de que nunca estudió para obtener las mejores notas, sino porque lo disfrutaba. “Desde pequeña leía y estudiaba mucho, por eso el colegio siempre fue algo fácil para mí, porque me gustaba ir y aprender cosas nuevas”, afirmó.

Según Juanita, “el proceso de inscripción a la beca fue sencillo, ganarla fue la parte difícil”, ya que el proceso de selección incluyó además de las entrevistas individuales y las visitas domiciliarias, la realización de un video en el que los estudiantes preseleccionados debían hablar sobre sus gustos, su vida y sus aspiraciones.

La noticia llegó una tarde mientras descansaba luego de haber regresado de sus refuerzos de idiomas. “Estaba dormida y el número se parecía mucho al de mi mamá por lo que cuando la persona me dijo que me había ganado la beca yo no entendía y por eso mi reacción fue preguntar insistentemente ‘¿En serio?’, e inmediatamente llamé a mi mamá”, comentó.

Lina Flórez, la mamá de Juanita, recibió la llamada de su hija mientras se encontraba en una reunión preparándose para una auditoría. “Yo no me contuve y grité, salté y abracé a mis compañeros de trabajo, porque ya le habíamos pedido a Dios que nos regalara esa beca y que cayera como mandada del cielo”, expresó.

La preparación académica y el gusto por la lectura de Juanita no fue un trabajo solo de sus profesores, desde antes de nacer su mamá le leía cuentos, hábito que continuó hasta quinto de primaria cuando comenzó a ocuparse con las diferentes actividades académicas y artísticas a las que se dedicaba. “Nosotros somos una familia de lectores, por eso ella (Juanita) no me pedía juguetes como regalo, sino libros”, afirmó Flórez.

“He aprendido de esta experiencia que hay muchas personas que temen inscribirse para una beca, por eso yo les recomiendo que no lo duden, que se preparen, porque definitivamente vale la pena, esto es algo que los puede sorprender y emocionar”, fueron las palabras de la estudiante momento antes de recibir su certificado.

Por Luis Navas Cohen

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