Pensando la psicología social del Carnaval

El Carnaval de Barranquilla analizado desde la psicología: este fue el tema central del conversatorio realizado la tarde del 12 de febrero en la media torta a las afueras del Edificio de Postgrados. En la hora y media de charla, a cargo del doctor en psicología Jorge Palacio, hubo una activa participación del público, quienes entre teorías psicoanalíticas, conocimiento histórico y vivencia propia abordaron la tradicional fiesta.

De acuerdo con Palacio, docente del departamento de Psicología, la estructura social por la cual estamos regidos genera que nuestro deseos e intereses deban ser controlados o reprimidos. Esta situación hace que “tengamos una gran carga emocional que debemos expresar”.

En ese sentido, históricamente el Carnaval representa un momento de “catarsis social”, de desinhibición, que crea una situación excepcional en la que se permite manifestar aquello que en un momento dado no se podría. Para el profesor Palacio, esto representa un bienestar para la salud mental desde la concepción lúdica del juego. “El control, en algún punto, va a necesitar ese momento de desahogo”, anotó.

En el conversatorio, titulado Lo que esconde el disfraz, se habló de la máscara y cómo estas representan una imagen a la sociedad. Para el experto, es una forma de proyectar nuestra personalidad, de darnos a conocer “como quisieran que nos vieran”. El evento fue organizado por el Comité para el Desarrollo Integral de Estudiantes de Psicología.

Palacio también trató el tema de las danzas y la música, entre otras manifestaciones artísticas y culturales y cómo desde estas se representa un exorcismo de los temores de la sociedad; por ejemplo, la lucha entre la vida y la muerte del garabato. Así también mencionó las letanías como una forma de protesta en esta dinámica grupal de enfrentarse contra las problemáticas desde el componente lúdico.

Por Leonardo Carvajalino