Pisotón, mejor práctica de atención a primera infancia

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La directora del programa, Ana Rita Russo, con el diploma y galardón.

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26 jul 2018

El programa de educación y desarrollo y psicoafectivo Pisotón, de la Universidad del Norte, fue distinguido por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Corporación Juego y Niñez como Mejor práctica de atención, cuidado y promoción del desarrollo integral a la primera infancia, en la categoría Investigación, de la convocatoria Protagonistas de la Primera Infancia.

El concurso tuvo como objetivo reconocer y divulgar las 25 mejores prácticas de atención y de cuidado que favorecen el desarrollo integral de la población menor de 5 años, con el fin de saber cómo está Colombia en esta materia y compartir las buenas prácticas.

Pisotón, galardonado en el auditorio de Uniandes entre 433 experiencias postuladas, es uno de los proyectos de impacto social de Uninorte y busca, a través de cuentos, psicodramas, juegos y relatos vivenciales, promocionar la salud emocional y el desarrollo integral de la infancia, integrando a niños con sus figuras vinculares más importantes: padres, maestros y cuidadores.

“Recibo este reconocimiento con la satisfacción de hacer las cosas bien, porque un tercer ojo siempre es importante. Hay que responder con investigación las necesidades de país. Por eso nosotros mostramos una que, al mismo tiempo que produce conocimiento, te lleva a la acción del conocimiento producido y, además, la misma formación te da nuevos puntos de investigación”, explicó Ana Rita Russo, directora y creadora de Pisotón.

El programa nació de la necesidad de dar a conocer a niños y a sus principales cuidadores (padres o sustitutos y maestros) el proceso de desarrollo psicoafectivo, y la importancia que tiene la constitución psíquica del individuo en la estructuración de su personalidad. En 1997, como resultado de siete años de investigación doctoral realizada por Ana Rita, la Universidad del Norte estructuró el programa. Hoy, con 26 reconocimientos en total, su impacto ha trascendido fronteras, pues no solo ha llegado a los departamentos de Colombia, sino también a países de Latinoamérica como México, Bolivia, Ecuador y Panamá. Más de 67 mil niños, jóvenes y sus familias se han beneficiado gracias a las técnicas del programa impartidas a través de los 22 mil agentes educativos y maestros que han participado en los procesos de formación desarrollados.

“Hay que seguir respondiendo adecuadamente porque si bien tenemos a los niños como centro, su bienestar es nuestro objetivo. Este bienestar se divide en la pasión por el sano desarrollo y el rigor científico para dar una respuesta a la constitución de su ser”, agregó la directora.

Caimito: un territorio donde se entreteje bienestar

Noventa y tres agentes educativos, técnicos y profesionales psicosociales que realizaron el Diplomado en Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional del Programa Pisotón, en el municipio de Caimito, Sucre, se graduaron este 25 de julio en la Institución Educativa San Juan Bautista, Sede Santa Teresita, con la presencia de autoridades locales.

El curso, que capacitó en conocimientos y herramientas a los graduandos para asegurar la salud emocional y el desarrollo integral de los niños de este territorio, fue desarrollado con la Fundación Entretejiendo y el apoyo financiero de Canacol Energy.

“Caimito es uno de los territorios focalizados por la fundación, en donde implementamos estrategias orientadas a la sostenibilidad social de programas y proyectos, desde la construcción de alianzas público-privadas que entretejan bienestar y aportan al desarrollo integral en las comunidades. La Universidad del Norte es uno de nuestros reconocidos aliados estratégicos”, manifestó Olga Fernández de Soto, directora ejecutiva de la Fundación Entretejiendo.

                                Grupo de graduandos de Caimito, Sucre, muestran sus diplomas.

El proceso de formación busca en los participantes la construcción conjunta de experiencias, habilidades y estrategias pedagógicas y lúdicas a nivel psicoafectivo, para fortalecer y contribuir a la educación emocional de los niños, jóvenes y sus familias, al mismo tiempo que brinda herramientas innovadoras que contribuyen a su rol como agentes sociales de cambio.

“Con este proceso descubrí aspectos importantes de cada niño: sus sueños, sus temores, sus deseos y ganas de aprender cada día más. Aprendí una manera diferente de llegarles y de comprender sus emociones”, manifestó Merly Martínez, técnica de primera infancia y agente educativa en el municipio.

En el componente práctico de la formación, los participantes aplicaron las técnicas lúdico-pedagógicas del programa, implementación piloto que benefició a 394 niños y niñas, entre 4 y 8 años, abordando temas como ansiedad de separación, vínculo afectivo, autonomía y disciplina, socialización, autoestima, comunicación, identidad sexual, entre otras. De igual forma, en el proceso fueron aplicados instrumentos de medición y evaluación, antes y después de la implementación del programa, con el fin de medir el impacto de este en las dimensiones asociadas al desarrollo socioemocional de los niños participantes.

Con la aplicación del programa se evidenciaron movilizaciones que impactan de manera significativa a la comunidad, entre las que se destacan: la expresión de emociones en los niños, quienes en un inicio se mostraron tímidos, pero durante el proceso fueron abriéndose para compartir lo que sienten y piensan.

“Caimito está habido no solo de obtener conocimiento, sino de ser escuchado con relación a lo que viene viviendo para resignificar historias de vida. Es por eso que se integraron diferentes acciones laborales y sociales para el diplomado, de parte de madres comunitarias, líderes comunitarios, maestros, religiosos y más. Voy a ir en dos meses para hacerle seguimiento y después a los seis meses”, expresó la directora Ana Rita Russo.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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