¿Por qué triunfan las apps para pedir comida a domicilio?

Para nadie es un secreto que en los últimos años el nacimiento de las aplicaciones móviles para ordenar comida a domicilio ha transformado los sectores de la ingeniería, la tecnología y una parte importante de la economía del país. iFood, Rappi y Domicilios.com, por ejemplo, se han posicionado como favoritas en distintas ciudades, adaptándose a las necesidades de los colombianos.

Si para algunos el chocolate es la representación de energía en sus días, para otros la calidad y el precio del “corrientazo” es vital durante la hora del almuerzo, o el fin de semana suele convertirse en la excusa perfecta para “pecar”. En este auge los negocios de comidas rápidas han sido los más beneficiados.

Según Mauricio Ortiz, profesor de Negocios Internacionales de Uninorte, en ciudades como Barranquilla hay una tendencia muy fuerte en consumo de alimentos preparados en restaurantes, lo que ha llevado a los mismos a innovar en el servicio que prestan, propiciando la creación de aplicaciones.

El impacto

César Viloria, profesor de Ingeniería Electrónica, señaló que los emprendimientos digitales son para dar solución a cualquier tipo de problema que haya en cualquier sector y, en el caso de la ingeniería, “se hace cada vez más fuerte la tendencia del desarrollo de software”.

Agregó que estas aplicaciones han sido exitosas gracias a un factor: la facilidad. “Los millenials, que son el público mayoritario dado su consumo, ya no quieren cancelar en efectivo, sino con tarjeta y esto es algo que domina desde el celular gracias a las aplicaciones”, afirmó.

Ortiz, quien también es especialista en mercadeo, indicó que “tanto el mercado como las empresas, el gobierno y la academia se centran cada vez más en demandar, ofrecer e impulsar productos tecnológicos que agreguen valor a los diferentes sectores económicos”.  Con relación a las visitas físicas a los restaurantes, por ejemplo, añadió que “lo que se hace es atender a un mercado que no se tenía antes y esto contribuye en las ventas totales del restaurante.

Explicó que lo que hace este negocio rentable es precisamente su tipología, “la cual se basa en un porcentaje por transacción, donde el costo del mismo (costo variable por naturaleza) recae sobre el restaurante. En este sentido la rentabilidad se logra por el número de transacciones que se realizan. El volumen es importante porque, si bien es cierto el porcentaje que se acuerda con la plataforma suele ser fijo, el número de entregas hace crecer el ingreso recibido”. 

Las aplicaciones más usadas

Rappi es una de las pioneras en este sector. Fundada en agosto de 2015, ha sido reconocida por Sillicon Valley (EE.UU) y ha participado en el evento global de emprendimiento Demo Day. Esta no solo ofrece servicio a domicilio de restaurantes, sino que permite a sus clientes comprar en las cadenas de supermercado o buscar cualquier tipo de antojo que se le presente en la tienda más cercana a su barrio. Simón Borrero, director ejecutivo de la aplicación, manifestó al diario Nacional que “en Rappi ayudan a las personas a ahorrar tiempo y dedicarlo en actividades que le generen mayor valor en un mundo cada vez más evolucionado”.

Domicilios.com empezó como un directorio telefónico de restaurantes en 2011, cuando sus fundadores notaron lo difícil que era encontrar restaurantes. Con la aplicación la persona accede a una variedad de opciones cerca de su ubicación. Según José Calderón, CEO de la empresa, en entrevista con Portafolio, “el símbolo que ahora los identifica es un cometa, precisamente porque quieren alcanzar un nivel más alto de satisfacción a través de pedidos frescos y con la calidad a la que están acostumbrados sus clientes y que sean entregados en el menor tiempo”.

iFood empezó como ComeYa en 2011, en 2017 fue comprado por iFood Brasil. A partir de allí se convirtió en una aplicación con más de 3000 restaurantes aliados con presencia en ocho ciudades del país. Su especialidad: las promociones. Cada mes presentan una nueva. Luis Miguel Ballestas, manager de la marca en Colombia, contó al periódico La República que “pese a que los domicilios vía telefónica se mantienen, con el tiempo se hace evidente la migración al canal digital”.

Por María Celeste Lozano