“Reconocemos que existe un impacto al medio ambiente y nuestra misión es balancearlo“: Prodeco

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Mark McManus dictó una charla sobre los esfuerzos que hace Prodeco para minimizar los daños al medio ambiente.

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31 ago 2018

Mark McManus, presidente de Prodeco, fue uno de los invitados a la Cátedra Global para hablar sobre el quehacer de las empresas que se dedican a la minería y la exportación de materias primas en el contexto actual del cambio climático y el impacto a los ecosistemas.

“Reconocemos que hay un impacto al medio ambiente y nuestra misión es balancear las consecuencias con el bien que hacemos. La minería es permitida en el mundo, así que tratamos de minimizar el impacto y, cuando es posible, ir más allá de lo que es gubernamentalmente requerido para mejorar el medio ambiente”, aseguró McManus sobre la estigmatización que existe en contra de la extracción de minerales.

El presidente de la empresa exportadora de carbón térmico estuvo el 30 de agosto en el salón 21K, dictando su conferencia Mitos y realidades de la minería en la región Caribe colombiana. Prodeco, la tercera compañía más importante de carbón del país, hace parte de Glencore, una multinacional suiza que, además de tener proyectos de minería en la región caribe colombiana, también posee propiedades en países como Australia y Suráfrica.

De acuerdo con McManus, el carbón, al ser la forma más barata de electricidad, continúa creciendo en su demanda, pero el mercado ha cambiado. “En mercados tradicionales como el europeo ha bajado el uso del carbón, pero ha subido en nuevos como el sureste de Asia. A futuro continuará habiendo una gran demanda de carbón. Quizás el porcentaje total de uso como fuente de energía bajará en el mundo pero se seguirá utilizando”, reflexionó el conferencista oriundo de Australia.

Tanto Prodeco como Glencore se encuentran enfocados en tecnologías y energías renovables. Esta perspectiva también se refleja en el trabajo social que hacen en las comunidades, en donde han llevado a cabo sus proyectos, como las minas Calenturitas y La Jagua, ambas en el departamento del Cesar. McManus explicó que por el hecho de que “las minas se acaban”, intentan que la comunidad en la que trabajan sus proyectos no sea dependiente económicamente de la empresa multinacional. “Buscamos probar que la minería y la agricultura pueden coexistir”, puntualizó.

Durante la presentación mostró ejemplos de cómo una granja de peces que abrieron en El Paso, Cesar, genera ingresos para los pescadores artesanales del sector y ayuda a mitigar los posibles daños que habría en la población de peces. “La responsabilidad social de la minería tiene cuatro ejes: maximizar beneficios, minimizar impacto, evitar dependencia de los territorios y apoyar la consolidación de la paz”, dijo McManus sobre las alianzas sociales que hacen en los pueblos buscando el “desarrollo del capital humano”.

Otro de los proyectos que adelanta Prodeco es utilizar 630 hectáreas de tierra que son de su propiedad y que no son utilizadas para la minería con el fin de hacer un proyecto de agricultura que genere más de 3000 empleos en la región. En primera instancia le darían 122 hectáreas a 150 familias para que practiquen la agricultura y luego poco a poco expandirán el programa hasta que se entregue la totalidad de las tierras que eventualmente pasarían a ser propiedad de las familias productivas.

Por Leonardo Carvajalino

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