Reconstruir el pasado, una forma de entender los hallazgos arqueológicos

En la más reciente edición de Mapukeando, arqueólogos respondieron a la pregunta: ¿quién movió los huesos?, en el caso de los restos hallados en Barrio Abajo en 2015 y contaron sobre las técnicas utilizadas en el proceso.

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08 jul 2020

¿Quién movió los huesos? Esta pregunta que regularmente se hacen los arqueólogos al momento de encontrar restos fue el centro de la más reciente edición de Mapukeando, que se llevó a cabo el 6 de julio a través de Blackboard Collaborate. En el espacio abierto por el Museo Arqueológico de Pueblos Karib participaron los arqueólogos Andrés Beltrán y Sergio Castro, quienes contaron su experiencia investigando los restos humanos hallados en Barrio Abajo —que hacen parte de la colección de Mapuka— y hablaron sobre tafonomía y los procesos de reconstrucción de tiempo que se hacen a través de las pistas halladas en el área y en los restos. 

Castro afirmó que la arqueozoología no es solo el análisis de restos de faunas en el laboratorio, sino que comienza desde las técnicas de excavación. Es fundamental utilizar la matriz de Harris que sirve para entender y describir los sucesos temporales ocurridos en un espacio determinado del suelo, estudiando las diferentes capas contenidas verticalmente.

Se hace una división de la tierra, en la que las áreas superiores son más recientes y las inferiores más antiguas. La clave está en separar correctamente los diferentes niveles estratigráficos para poder entender el contexto en el que se hallan los restos. 

Beltrán explicó que raramente los hallazgos hechos en campo son de huesos o esqueletos completos; lo más común es encontrar fragmentos, huesos dispersos. Para ello se emplea la tafonomía, que quiere decir leyes del enterramiento. 

A través de esta área de la paleontología se pueden responder preguntas como: qué causa la formación o alteración de un determinado depósito, qué agentes pueden intervenir, qué especies están representadas en el registro, por qué no se conservan todos los restos, por qué están agrupados o dispersos. El experto aclaró que la tafonomía también se utiliza para especies vegetales y en arqueología se está aprovechando con elementos líticos y cerámica. 

La historia tafonómica de un hallazgo reúne los procesos post mortem y los procesos pre y post enterramiento. Es decir, estudian la muerte del animal, la desarticulación y dispersión —que puede ser por factores naturales, antrópicos o biológicos, fluviales, etc.— de los restos, la fosilización y enterramiento de las carcasas —que dependen de las condiciones del suelo, las alteraciones químicas, condiciones de restos—. Finalmente, también analizan el proceso de desenterramiento, que depende de los mecanismos de investigación y de las mallas que se utilicen al momento de cernir los sedimentos para sacar los restos óseos. 

En el caso de los restos hallados en Barrio Abajo, el análisis tafonómico incluye tanto el desenterramiento en el andén de la carrera 50, durante las obras de remodelación de hace seis años, así como el proceso de construcción del barrio en el siglo XIX y el basurero de este territorio durante la época republicana, y la necrópolis, o cementerio indígena que fue durante la época prehispánica. 

Por Leonardo Carvajalino

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