RedIntercol abre su VI Congreso con análisis sobre la crisis de la globalización

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José Antonio Sanahuja, director de la Fundación Carolina, durante su charla.

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03 oct 2019

Para José Antonio Sanahuja, director de la Fundación Carolina, la globalización, entendida como una estructura histórica, está en crisis debido a limitantes económicas, ambientales, sociales y políticos. De acuerdo con el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, muchas de “las piedras angulares” en las que descansaba el orden internacional están hoy siendo cuestionadas.

“Por ejemplo, la solidez de la democracia, los sistemas de partidos dominantes en muchos países se están resquebrajando, no podemos dar por sentado el anclaje de la globalización y el internacionalismo liberal en la hegemonía occidental (…) ¿Debemos aceptar esto o buscar explicaciones más sistémicas?”, cuestionó Sanahuja, durante la charla inaugural del VI Congreso de La Red Colombiana de Relaciones Internacionales –RedIntercol–, realizada el 2 de octubre en el Auditorio Marvel Moreno de la Universidad del Norte.

El Congreso, que cumple una década desde su primera edición en esta misma casa de estudios, conmemora y analiza hasta el 4 de octubre los 200 años de Colombia como actor político y parte activa de las relaciones regionales e internacionales de diversa índole. Más de 230 ponentes, entre estudiantes (85) y profesionales (145), comparten y debaten sus ideas. En ese sentido, Luis Fernando Vargas, presidente de la Red, destacó que la comprensión del cambio es la esencia de las discusiones del congreso, facilitando la formulación de nuevas preguntas que surgen desde las realidades vividas en América Latina y el resto del mundo.

“Hay un retroceso de la democracia liberal. Tenemos el ascenso de fuerzas de ultraderecha y de un nacionalismo extremo en distintos lugares (…) Uno de los acontecimientos más disruptivos que se han producido fue la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Fue como con el Brexit o la elección de Bolsonaro, ante lo que inicialmente reaccionamos diciendo ‘esto no puede ocurrir’, después dijimos ‘está ocurriendo’ y luego terminamos afirmando ‘ha ocurrido, cómo explicamos que haya ocurrido y qué hacemos”, evocó el conferencista.

Sanahuja argumentó que no se podría explicar la elección de Trump, sin hacer referencia al profundo descontento social de amplias capas de la sociedad estadounidense, que tienen que ver con “el estancamiento de los salarios o el aumento de la desigualdad, dinámicas que están muy relacionadas con la globalización”. Con la red de acuerdos regionales de libre comercio, que constitucionalizaron externamente a los Estados, se ha desarrollado un proceso de universalismo liberal, centrado en la democracia y en el mercado.

Es por eso que los límites y contradicciones de la globalización son analizados por el experto en cuatro planos. En primer lugar, en el plano económico. El incremento de la productividad de las economías, dijo, “ya no da más”, al tiempo que aparecen cambios tecnológicos que anuncian una reorganización. Por otro lado, los límites ambientales de la globalización son evidentes, pues, para el politólogo, los patrones de producción y consumo que plantea la estructura no son “universalizables” y no pueden representar una aspiración colectiva.

También tiene límites sociales, pues la globalización es una “promesa de inclusión social a través del mercado”. Según Sanahuja, la expansión de las clases medias en países en desarrollo coincide con un incremento de la desigualdad, y pone en cuestión el concepto de sociedad abiertas y las expectativas de los grupos sociales. Y por el último, plantea límites políticos ante un multilateralismo heredado de la posguerra que se ve sometido a un doble asalto: “uno por los países emergentes que cuestionan su falta de representatividad y otro por los nuevos líderes de extrema derecha que quieren destruir las organizaciones multilaterales”.

“Mi argumento es que esto está en crisis profunda, donde se abren muchas más opciones para la agencia, por lo tanto, para la emergencia de actores políticos o de comportamiento de Estado, que en una estructura hegemónica no hubieran sido posibles. Esto va desde países como Arabia Saudita, jugando la gran estrategia y jugando la geopolítica en el Golfo Pérsico, hasta la ruptura de los sistemas de partido y el surgimiento de nuevos liderazgos de ultraderecha y nacionalistas”, concluyó Sanahuja.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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