¿Represión, participación o libertad?: un debate sobre el futuro del aislamiento

La mayor parte de la población continúa en cuarentena obligatoria, pero cada vez más son las voces de disenso sobre qué decisiones deben tomar los gobernantes. En el espacio que organiza el periódico El Espectador vía streaming se debatió esta temática con un panel de expertos.

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15 may 2020

A partir del 11 de mayo, se extendió oficialmente el decreto del Gobierno Nacional Colombiano de mantener el aislamiento social obligatorio, exceptuando ciertos sectores de la población como la manufactura y la construcción. En redes sociales y medios de comunicación se han comenzado a escuchar las voces de disidencia en torno a las decisiones tomadas, tanto de los que piensan que se debería mantener la cuarentena como los que reclaman que se vuelva a la normalidad. 

Este debate sobre libertades en una coyuntura en la que las decisiones se han tomado de manera vertical y los retos que eso conlleva en el tiempo fue el tema del espacio que organiza el periódico El Espectador vía YouTube, moderado por Pablo Correa, Editor de Ciencia y Tecnología de esa publicación. El panel estuvo compuesto por Julián Fernández Niño, profesor del departamento de Salud Pública de Uninorte; Tatiana Andia, socióloga e investigadora de la Universidad de los Andes; y Andrés Vecino, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins. 

Vecino señaló que el distanciamiento social es la única medida no farmacológica que ha probado que funciona, pero que esta medida se da en un contexto en el que la única forma que se cumpla es a través de la obediencia. Anotó que es clave para que se siga una norma que haya legitimidad, que se logra a través de la consistencia en el discurso de los diferentes actores —ciencia, el público y tomadores de decisiones— y que sean menos costosas que la alternativa. 

En este segundo elemento yace la semilla de los discursos, agregó, puesto que en Colombia, como en varios otros países en vía de desarrollo, la solución a corto plazo parece peor que la enfermedad debido a cómo está organizado el mercado laboral. Para Andia, este debate es una señal sana de que estamos en democracia y que las personas, que se habían acostumbrado a un esquema político en el que tenían participación sobre qué decisiones se tomaban, están ejerciendo su derecho como ciudadano. Añadió que en una sociedad, lo natural es que exista una pluralidad de voces que ofrezcan diferentes puntos de vista, y en este contexto en el que estamos, en el que la autoridad tiene la respuesta, no es sostenible. 

De acuerdo con Fernández, también se está evidenciando problemas con medidas autoritarias de justicia, especialmente con quienes están llevando la mayor carga con estas medidas, los sectores más vulnerables , con las peores condiciones de empleo, inseguridad alimentaria, pérdida de ingreso, violencia intrafamiliar, y dificultades para acceder a otros servicios de salud que se ven disminuidos por la Covid. 

“La mayoría de personas de bajo recursos no están incumpliendo las medidas por una noción libertaria, sino por necesidad. No se puede castigar de la misma manera los conflictos de quienes reclaman el derecho a movilizarse, frente a los que tienen una necesidad de movilizarse para sobrevivir”, señaló el doctor en epidemiología. 

Para el docente de Uninorte, se está evidenciando que hemos mantenido hasta ahora un enfoque de emergencia y bajo esta idea, las acciones se están toman desde una sala de crisis, y que lleven rápidamente hacia la acción. No obstante, argumentó que este es un proceso que puede durar meses, e inclusive años. “Si transitamos a un enfoque de base comunitaria es probable que podamos tener mayor sostenibilidad en el tiempo y mayor aceptación”, afirmó. 

 

Por Leonardo Carvajalino 

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