Retos de la educación y la política en la cuarta revolución industrial

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Alberto Rodríguez, director del Banco Mundial para Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela, durante su presentación.

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21 may 2018

En un mundo cada vez más globalizado por la revolución tecnológica, las formas de generar economía, cultura y sociedades se están viendo transformadas en gran magnitud, dando lugar a cuestionamientos como ¿cuáles son los retos de la educación en esta cuarta revolución industrial? o ¿qué nuevos programas académicos emergerán?, entre otros.

Desde Uninorte Paola Alcázar, directora de Extensión, junto con Alexander Villarraga, director del Observatorio de Educación del Caribe, abrieron un espacio el 17 de mayo, en el marco de los Diálogos de Desarrollo, para conversar sobre este tipo de interrogantes con Alberto Rodríguez, director del Banco Mundial para Chile, Perú, Ecuador, Bolivia y Venezuela.  

Rodríguez inició el conversatorioen el salón 13G2, partiendo de una idea: el mundo se encuentra en su mejor momento. “Sé que muchos aquí están sorprendidos de lo que digo, pero es así. Si hablamos de educación, nunca antes se había tenido tanto acceso como hoy. Si hablamos de reducción de pobreza, en Colombia se redujo de un 13,2% en 1988 a 4,5% en el año 2016. Si les hablo de la expectativa de vida, pasamos de 50, 60 años en 1960 a 70, 80 desde 2015”, explicó.

De acuerdo con la tesis del también magister en Administración Pública, solo existe un tema en el que el mundo se encuentra peor que nunca: la crisis del cambio climático. Le resulta paradójico que en tantas otras áreas la productividad y la calidad aumente, pero que el costo de aquello sea precisamente el riesgo del ecosistema que habitamos.

Entre algunos de los cambios más significativos que ha habido en el último siglo se encuentra el aumento exponencial de la población mundial y la transformación de la estructura demográfica, en la que se posicionan cinco generaciones (Silent <1945, Baby Boomers 1945-1964, Gen X 1965,1980, Millenials 1981-1997 y Gen Z 1998>). “Es la primera vez en la historia que cinco generaciones están conviviendo juntas. Están los que aún se comunican a través del teléfono y los que prefieren comunicarse por Snapchat”, afirmó.

En la antigüedad para que el teléfono obtuviera 50 millones de usuarios –manifestó– tuvieron que pasar 75 años. En la actualidad solo dos años fueron necesarios para que Instagram reflejara esa cantidad. Del mismo modo, han surgido trabajos que antes ni se pensaba que existirían. Tal es el caso de los desarrolladores de software, diseñadores de experiencia de usuarios, especialistas en marketing digital y redes sociales, científico de datos, entre otros.

“Todos esos trabajos están surgiendo en un contexto de automatización digital, las tareas se han convertido en no rutinarias, las habilidades sociales son las más necesitadas”, indicó.

Los retos a los que hoy se deben enfrentar las viejas y nuevas generaciones “están en constante evolución”. Los sistemas educativos están viendo el desafío de mantenerse actualizados para poder proporcionar una educación que no quede rezagada cuando estas personas enfrenten el mercado laboral. Una de las razones –enfatizó Rodríguez– es que hemos aprendido a pensar linealmente, pero no exponencialmente.

“Estar bien preparado en el siglo XXI significa poseer habilidades cognitivas, habilidades técnicas y las más importantes: habilidades socio-emocionales, las cuales se aprenden sólo en el preescolar. Las dos grandes cualidades para el éxito profesional son la resiliencia y las ganas de constante superación y mejora”, concluyó.

Por María Celeste Lozano

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