Retos y oportunidades frente a la Cuarta Revolución Industrial

¿Cuál será la velocidad de cambio de las instituciones educativas frente a los avances tecnológicos de la Cuarta Revolución Industrial, en los próximos diez años? Expertos hoy plantean que los cambios estructurales de la sociedad tienen que ir a la misma velocidad, para mitigar una brecha desde la gobernanza tecnológica que impacte en la generación de talento.

El alcance y la complejidad de esta nueva revolución tecnológica que está alterando la forma cómo vivimos y nos relacionamos fueron analizados en el panel La Cuarta Revolución Industrial y su impacto en el aprendizaje en el siglo XXI, organizado el 22 de abril por el Centro de Recursos para el Éxito Estudiantil (CREE) de Uninorte.

El coloquio contó con la participación de Jaime Bonet, gerente del Banco de la República - sucursal Cartagena, doctor en Planeación regional; Carmen Ricardo, directora del departamento de Educación y coordinadora de la Maestría en Educación Mediada por TICs de Uninorte, y Eduardo Gómez, líder de datos del Centro para la Cuarta Revolución Industrial. La moderación estuvo a cargo de Oriana Álvarez, directora Ejecutiva de Fundesarrollo.

“Si se reenfocan los recursos,  las políticas públicas y las prioridades en educación del país conectadas con las necesidades de la industria, pero siempre pensando en la sostenibilidad, seguramente vamos a promover la creación de programas en pro de solucionar los retos que genera esta revolución”, indicó Gómez.

La Tercera Revolución Industrial utilizó la tecnología de la información y la electrónica para automatizar la producción, pero esta cuarta revolución la toma de base y se caracteriza por una fusión de tecnología entre la esfera física, digital y biológica. Integra no solo el entendimiento de lo físico sino también de la naturaleza, usando tecnologías como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y la biotecnología para atender nuestros desafíos como humanidad.

“Cuando surgió el Internet había muchas preguntas y temores de los docentes acerca de su papel, pero el sistema educativo siempre debe estar dispuesto al cambio. Cuando empezamos a hablar de universidades inteligentes también se habla de otras dimensiones como estudiantes inteligentes, como aquel modelo de individuo que comparte conocimiento en un ambiente académico, mediado por estas tecnologías. En ese sentido, el rol del docente no desaparece, se transforma”, explicó la docente Carmen Ricardo.

Otro de los retos frente a la Cuarta Revolución Industrial es la desigualdad económica, cuyos niveles en Colombia la ubican en el segundo lugar a nivel de América Latina. Jaime Bonet argumentó que el rendimiento que tiene el capital crece más que el de la economía, es decir, con el paso de los años la economía va creciendo, pero las personas propietarias de capital van acumulando más ingresos que el resto de la economía, lo que hace que las desigualdades crezcan. Además, entre las líneas de investigación, señaló cómo los procesos de automatización pueden provocar, a nivel de salarios, que las personas con mayor formación tengan ingresos más altos que los que están con menos capacitación.

“En Colombia tenemos una desigualdad regional marcada por un patrón centro-periferia. Un centro andino con un desarrollo relativo mayor y unas regiones de la periferia con una cadena de pobreza. Se ve en el PIB Per Cápita. Bogotá puede tener uno con un 70% superior al promedio del país, mientras la región Caribe tiene un PIB Per cápita del 30 %. Diferencias a nivel social también se reflejan. Hay diferencias en calidad de la educación, Bogotá con muy buenos indicadores mientras los resultados en la pruebas saber 11 de la periferia tiene problemas", enfatizó Bonet.

Por José Luis Rodríguez R.