Rodrigo Browne repasa las relaciones entre comunicación y poder, desde la teoría poscolonial

El tema fue abordado en el curso 'Perspectivas transdisciplinarias de las relaciones entre comunicación y poder', organizado por el Doctorado en Comunicación Social.

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04 may 2021

En el marco del curso Perspectivas transdisciplinarias de las relaciones entre comunicación y poder, dirigido a egresados y estudiantes del Doctorado en Comunicación Social de la Universidad del Norte, se realizó un análisis desde una mirada interdisciplinaria de las teorías más relevantes sobre la comunicación, la cultura y el poder, los ámbitos en que opera y los efectos que genera. El conferencista invitado fue Rodrigo Browne Sartori, doctor en comunicación, egresado de la Universidad de Sevilla, quien abordó la teoría poscolonial y decolonial.

El curso se desarrolló en torno a los conceptos modernidad, posmodernidad, colonialismo, poscolonialismo, decolonialismo y posestructuralismo. Browne introdujo su ponencia explicando que la teoría poscolonial, cuyos estudios centran su análisis en la forma en que se moldearon las sociedades actuales, derivadas de los procesos de colonización. Para él, los estudios en este tema están vinculados a un campo, principalmente, que se acerca a la literatura y proviene de algunos autores que toman como referencia pensadores europeos pertenecientes al posestructuralismo francés.

“La crítica que tienen es que no salían de la academia en sus primeros intentos y en el fondo no se generaba un espacio de praxis de lectura de lo cotidiano, pero ahora se ha logrado despejar el tema y retomar lo poscolonial desde muchas perspectivas más”, enfatizó  Browne, agregando  que a la teoría poscolonial se le encuentra muy vinculada a la cultura europea y no tenía mayores salidas que esos espacios de referencias bibliográficas producidos en esa línea de pensamiento.

Como lo explicó el historiador Mario Rufer, los estudios poscoloniales intentan trabajar en esa vertiente de hibridación que marca nuestras realidades periféricas y que, a su vez, ha llevado esa marca colonial al trabajo con los centros, puntualmente, en aquellas metrópolis de los viejos imperios donde opera un espacio de diferencia muy claro entre lo que promueven y la realidad de los territorios.

“En ese sentido, estaríamos siempre habitando en modernidades marcadas por la colonia. La marca de racialización, exclusión e identidades truncas que esta deja en las sociedades que se independizan y construyen sus propias modernidades de estado- nación que siempre son de algún modo repúblicas incompletas. Ahí el poscolonialismo trabaja en cuáles son esas marcas que siguen operando en el presente”, apuntó Rufer en una entrevista que fue compartida por Rodrigo Browne en el desarrollo del curso.

Siendo entonces uno de los objetivos de lo poscolonial romper esa tradición de pensamiento binario, propio de la modernidad y del colonialismo, a partir de ahí surge una grieta y se crea un espacio común que abre una salida a la estructura tradicional de occidente.

Por otro lado, Rodrigo expuso que lo decolonial es de raíz latinoamericana, debido a que a lo decolonial no necesariamente le interesa recurrir a lo europeo para fundamentar su posición, como es el caso de lo poscolonial, sino que su interés es recuperar algunas tendencias y propuestas ancestrales de la propia América Latina, que se independizó del mundo europeo a principios del siglo XIX.

“La segunda descolonización de América Latina se puede entender como este modelo de opción decolonial de entender el mundo desde una mirada distinta, contra colonial. Hay una distancia de la mirada europea porque su objetivo está en centrarse en las raíces”, explicó el investigador.

Por su parte, lo poscolonial por su arraigo académico y territorial o cultural no tiene un fin emancipatorio, su fin no es cambiar el mundo, mientras que lo decolonial sí tiene un objetivo emancipatorio de cambiar los modelos, salir de la occidentalización, pensar de otra manera y tener otras formas de ver el mundo.

El conversatorio que reúne estudiantes del Doctorado en Comunicación Social profundizó en torno a otras formas de validación del conocimiento, a partir de la mirada de múltiples autores. La forma en que conciben la muerte, el duelo, las nuevas realidades, formas de procesar las emociones humanas y demás posturas culturales, comunicacionales y de poder, hacen parte del entramado de temáticas abordadas en el curso. 

Por Katheryn Meléndez Solano.

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