Rumbo a una polarizada segunda vuelta de elecciones presidenciales

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Los candidatos Iván Duque y Gustavo Petro.

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13 jun 2018

Los resultados de las elecciones presidenciales del 25 de mayo dejaron un país polarizado en la opinión. Más allá de lo que ocurra el próximo 17 de junio en la segunda vuelta entre Iván Duque y Gustavo Petro, el mapa político del país ha empezado a mostrar cambios históricos que pueden dar luces del papel que jugará la ciudadanía en los debates futuros.

Las redes sociales han propiciado espacios para enfrentar posiciones, ideologías, descubrir denuncias, exponer a los candidatos, generar participación ciudadana. Otros hechos han sido destacados, como el que los pasados comicios se desarrollaron sin riesgo de acciones armadas. Ningún municipio registró afectaciones por violencia. Fue un proceso electoral en paz, que tuvo como hecho simbólico el que el jefe máximo de la desarmada guerrilla FARC, Rodrigo Londoño, votara por primera vez en unas elecciones presidenciales.

Ángel Tuirán, director del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, destaca los resultados que obtuvieron candidatos con ideas no tradicionales. “Las opciones de izquierda y de sectores progresistas se consolidan en el país como una fuerza importante. Por primera vez en Colombia una propuesta de izquierda está en segunda vuelta, en un escenario democrático no violento”, destacó Tuirán.

Los resultados de la votación del 25 de mayo dejaron un 45 % de apoyo a dos candidatos de opción alternativa, Gustavo Petro y Sergio Fajardo, campañas sin maquinarias ni apoyos políticos tradicionales.

“El voto de opinión se presume ser propio de las grandes urbes y es en donde los movimientos que no son tradicionales ganaron. El voto de opinión funciona y no es solo de Bogotá. Ganaron dos propuestas distintas de maquinaria tradicional y que son mayoría”, señaló Carlos Guzmán, doctor en Ciencias Políticas y de la Administración.

En este mismo contexto Tuirán resaltó que en el país se endurecerá el debate electoral, aumentará la polarización y “el estrés electoral en la ciudadanía”, tras irse a segunda vuelta entre los dos extremos del espectro político. De cierta forma los colombianos se ratificaron —guardando las distancias— en un escenario parecido al del plebiscito (el Sí o el No).

“Dado que ganaron los extremos, los dos van a tener que converger o hacer unos movimientos —si se quiere tibios, pero seguros— hacia el centro. De la habilidad para moderar el discurso dependerá la cantidad de apoyo”, explicó Guzmán.

¿Y las maquinarias?

Partido liberal, con De la Calle, y el candidato Germán Vargas Lleras fueron los grandes derrotados de la jornada electoral del 25 de mayo. Para Tuirán, "en últimas", el derrotado también fue el presidente Juan Manuel Santos, pues las dos figuras más cercanas a su gobierno no sumaron ni dos millones de votos.

“Este es un gobierno que sale con unos bajos índices de aceptación, muy seguramente la gente lo reflejó con los pocos votos de Vargas Lleras, además de su carácter, que muy seguramente le restó”, indicó.

Vargas, por ejemplo, confiaba en los votos de Barranquilla y Magdalena, y en el apoyo de las estructuras políticas regionales, que al final no respondieron. Para Guzmán, “la maquinaria se desajustó”.

“Indudablemente el gran perdedor es Vargas Lleras. Un hombre que se preparó desde niño para ser presidente. Que estuvo durante 20 años en el Congreso, que estuvo en los últimos ocho en las posiciones más altas, dirigiendo y ejecutando obras. No solo es el gran perdedor por no haber pasado, sino por sus pocos votos”, agregó el profesor.

Como daño colateral, también perdieron el ex ministro de las TIC, David Luna, y el senador de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán, quienes apoyaron la campaña vargasllerista en Bogotá, quedando en entredicho la influencia de ambos en su aspiración a la alcaldía capitalina.

Como hecho histórico, los docentes destacaron una especie de derrota de la abstención, situada en 46,6 %, según la información escrutada por la Registraduría Nacional en 97 663 mesas. El país no vivía una elección presidencial con tanta participación ciudadana desde 1974, cuando el liberal Alfonso López Michelsen ganó unas elecciones marcadas por una abstención inferior al 40 %.

“Hay un aumento importante en términos de participación. Aún nos falta crecer para consolidar nuestra democracia participativa, pues casi cinco de cada diez colombianos no salieron a votar, pero es un avance”, concluyó Guzmán.

Rumbo al 17 de junio

En el camino hacia la segunda vuelta se han consolidando las alianzas que apoyan las campañas de Gustavo Petro e Iván Duque. Cambio Radical le entregó al candidato del Centro Democrático el programa de gobierno que presentó Germán Vargas Lleras durante su aspiración presidencial, y los partidos Conservador y Liberal también oficializaron su adhesión.

En el otro lado de la contienda electoral, el Partido Polo Democrático se unió a la candidatura de Colombia Humana, con excepción del sector del Moir y su máxima figura: el senador Jorge Robledo. La Alianza Verde se desmarcó de Fajardo, quien anunció su voto en blanco al igual que De la Calle, y selló su adhesión a la campaña de Petro.

En el panorama Duque, con sus 7’569.693 votos en primera vuelta, estaría más cerca del triunfo que Petro, quien obtuvo 4’851.254 sufragios. Pero hay en juego 6,8 millones de votos que no fueron depositados para ninguno de los dos, frente al posible aumento del voto en blanco y de la abstención, como resultado de la desaparición de los candidatos del centro del espectro político.

Por José Luis Rodríguez R.

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