Sábado del Docente comparte claves para hacer de WhatsApp una herramienta educativa

En la última edición se habló sobre la adaptabilidad de esta plataforma digital para las clases virtuales. El encuentro fue presedido por Natalia Hernández, docente de Matemáticas y Estadística.

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01 may 2020

La División de Ciencias Básicas de la Universidad del Norte desarrolló la más reciente edición del programa Sábado del Docente, con el propósito de integrar en un mismo espacio virtual (cada 15 días) a los profesores de nuestra academia y compartir estrategias y experiencias para asumir los retos en la enseñanza de los estudiantes, en medio de la cuarentena. Judith Arteta, decana de la División, expresó que esta nueva experiencia es una “bienvenida al futuro”, con el uso en pleno de las tecnologías.

En esta ocasión el tema tratado fue "¿cómo dar clases por WhatsApp?", dirigido el 25 de abril por la docente Natalia Hernández, del departamento de Matemáticas y Estadística, a través de una charla virtual en la que ofreció algunas recomendaciones y características para dar clases por esta plataforma digital, la cual tiene una gran cobertura de conectividad y al menos un integrante por familia la usa en su celular.

“La generación de hoy vive pegada a Internet y su celular es como una ventana al mundo. El problema de todas estas redes es la inmediatez, así que tenemos un gran reto, mantener dinamismo en una clase porque si no es así, poco a poco vamos a perder la atención de los estudiantes”, afirmó Hernández.

Desde que la Universidad del Norte reinició sus actividades hace tres semanas, los docentes cargan con un componente emocional, pues se experimentan una presión social de cómo van organizar sus clases de manera inmediata en las nuevas plataformas. Desde el Centro para la Excelencia Docente, el equipo de Psicología Educativa y Pedagogía ha compartido material y tutoriales de cómo poder hacer clases virtuales.

Hernández manifestó que “el problema es saber de qué soy capaz, en qué me siento más cómodo y qué puedo aprender rápido para que mis estudiantes se conecten conmigo, y no solamente en lo digital, sino cómo lograr que me pongan atención y no se dispersen, porque si antes no se conectaban contigo presente, ahora peor será”.

Para este nuevo reto, se necesita adaptación y creatividad en todo lo que los docentes decidan desarrollar. Para ello, hay que tener en cuenta que es un ejercicio de ensayo, prueba y error. Es comprender que si en la primera clase no resultó, en la segunda se mejorará y poco a poco se va analizando qué estrategia funciona y cuál no.

Reglas de Juego

Para iniciar y tener un fácil uso de la aplicación, utilizar Whatsapp Web desde el computador portátil es una buena opción, sobre todo para compartir archivos. En este caso puede crear un grupo de la materia asignada y permitir que solo los administradores (creadores del grupo) puedan hablar, en este caso el docente, y así evitar que se pierda el tema puntual de la clase.

En una primera cátedra es recomendable manifestar las reglas de juego para adaptar el ambiente, es decir, establecer los horarios de atención del profesor, usar un lenguaje apropiado para un ambiente formal y no emitir un gran volumen de mensajes, pues lo más importante es el manejo de la comunicación en el grupo.

WhatsApp tiene un formato donde los mensajes pueden escribirse en negrita y cursiva. De esta forma se pueden ubicar títulos o palabras claves en las actividades enviadas. Es recomendable, además, que se respondan siempre los mensajes que se refieren para no perder el hilo de la conversación.

Otras estrategias que pueden funcionar

Enviar un video de 15 minutos sobre los temas asociados es un tip que ayuda a los estudiantes a estar conectados y sincronizados en lo que resta de clase. Posteriormente, después de darle un espacio de media hora para ver dicho video, ellos tomarán fotos a sus apuntes realizados a mano e enviarán una nota de voz de 30 segundos cuando la administradora habilite el chat. Todo bajo las reglas del juego anteriormente mencionadas.

Con esta estrategia se busca una participación activa y se evidencia que todos los estudiantes estén atentos a las instrucciones del docente. Se podrá corroborar si el estudiante hizo o no la actividad, según la caligrafía de la foto compartida y la voz de cada estudiante.  

Ventajas y desventajas

El famoso “en línea” permite al profesor estar pendiente de que los estudiantes respondan y participen. De igual manera, WhatsApp tiene la opción de ver quién lee el mensaje y escucha los audios, por lo que el docente tendrá en cuenta al final de la calse a aquellos estudiantes que estuvieron siempre activos en el chat.

Sin embargo, la docente advirtió que una desventaja para los estudiantes es que WhatsApp es una aplicación que se hizo para “mamar gallo” con amigos y familia, por lo que, al estar en un chat de grupo, otros mensajes pueden distraer al estudiante. Podrá salirse de la conversación y cuando vuelva a entrar estará perdido por tantos mensajes que se han enviado en clase, que no ha alcanzado a leer.

“Tengamos presente que WhatsApp no fue pensando para esto, es decir, para clases, sino que lo estamos adaptando apenas. Estamos viendo cómo lo adaptamos a nuestro ambiente, cómo lo podemos aprovechar y explorarlo lo más posible. Yo me decidí trabajar con esta plataforma simplemente por la conectividad y la mayor cobertura que tiene en el mundo”, concluyó Natalia Hernández.  

Por Valentina Sánchez Herrera 

 

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