Salud Publica Cesar Infante migrantes

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Cesar Infante, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública de México.

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15 abr 2019

Cesar Infante, coordinador adjunto de la Unidad de Estudios sobre Migración y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública de México, desarrolló el 10 de abril, en el salón 52G1, una charla sobre las formas y determinantes sociales del estigma contra los migrantes, haciendo énfasis en el caso de la migración y el SIDA en la frontera sur de México.

La conferencia se dio en el marco de un convenio de colaboración que tiene el instituto con el departamento de Salud Pública de Uninorte, que posibilita asistencia técnica para el desarrollo de iniciativas vinculadas a mejorar el acceso para la atención en salud de migrantes venezolanos en 24 municipios del país.

“Son dos dimensiones: la de los migrantes y la de SIDA, que se interceptan para darnos esa construcción social de la estigmatización, vinculada a la migración. Son determinantes estructurales relacionadas con clase social, relaciones de género, marginalidad, raza y nacionalidad y las diferencias sexuales (…) En el instituto el tema se estudia desde 1999 y nos ha llevado a identificar que, en el tema del SIDA concretamente, el migrante no es un vector o un motor de la epidemia”, puntualizó Infante, médico especialista en sistemas de salud y doctor en Filosofía.

Y es que sumado a la exclusión social de la que son objeto los migrantes, con o sin VIH, el acceso a los servicios de salud para esta población es limitado, sobre todo si corresponde a migrantes en tránsito irregular. Por un lado, explicó Infante, por la desconfianza en las autoridades públicas y el miedo a ser deportados, y por el otro, debido a las limitantes económicas que imposibilitan cubrir costos de atención.

El experto mostró también las experiencias que ha desarrollado en la región centroamericana, las causas y el impacto que tiene la no atención a los migrantes con condiciones básicas de salud. El por qué es importante abordar el fenómeno migratorio y la falta de acceso a los servicios como un tema de derechos humanos.

“¿Quién discrimina? Todo el mundo, la población local. Ese es el foco que queremos marcar. Presentar al migrante como un sujeto de derechos”, enfatizó.


           Funcionarios, estudiantes y docentes del área de la salud asistieron a la charla.

El Instituto Nacional de Salud Pública de México ha desarrollado proyectos relacionados con derechos sexuales reproductivos, el acceso a la atención de embarazo, acceso a la atención en tratamientos antirretrovirales para VIH, casos de atención a la violencia sexual y otros vinculados a temas reproductivos.

“El acceso a la atención en salud es un derecho humano innegable y el trabajo tiene que ser diferenciado. Por ejemplo, en Colombia la zona de Cúcuta tiene una tradición migratoria histórica, en donde el tránsito de población y la dinámica de movilidad son circulares. Eso tendría que comprenderse de distinta forma a la salida masiva de venezolanos que transitan por todo el territorio colombiano e incluso llegan a otros países”, argumentó.

Para Infante, la región vive un momento histórico en el que puede fortalecer las formas de cooperación regional y establecer mecanismos de diseño de política pública, que realmente permitan al ejercicio del derecho verse en la práctica.

Por José Luis Rodríguez R.

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