“Si el plan de desarrollo local se articula con el plan decenal, con seguridad habrá cumplimiento“: José Aparicio

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Estudiantes dialogan en un área del campus universitario.

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17 sep 2018

El nuevo Plan Decenal Distrital de Educación de Barranquilla 2018-2028 fue aprobado el pasado 29 de agosto en el Concejo, tras la realización de mesas de trabajo y encuentros educativos con académicos, estudiantes, padres de familia, empresarios, ONG y líderes de la ciudad.

La Secretaría Distrital de Educación, en alianza con la Fundación Empresarios por la Educación (ExE) y la Fundación Promigas, y bajo el liderazgo académico del Instituto de Estudios en Educación (IESE) de la Universidad del Norte, trabajó desde 2016 para la construcción del nuevo plan. El documento aborda seis ejes de trabajo: garantizar el derecho a una educación de calidad, mejorar los procesos de  educación inicial, promover el desarrollo integral de docentes y directivos, implementar una estrategia de apropiación social, educar para un futuro global-local y convertir a la ciudad en la mejor escuela.

José Alfredo Aparicio, director del IESE, dialogó con Grupo Prensa sobre esta nueva hoja de ruta para el desarrollo educativo de la ciudad.

¿Cómo fue el acompañamiento durante la gestión del plan? 

Nosotros hicimos parte de una alianza. La educación es un campo de intervención muy complejo, que si no tenemos la participación de todos los actores siempre nos faltará algo por concretar. La Secretaría de Educación Distrital es un actor clave, pero a veces, dentro de sus propias dinámicas, no logra tomar esa misión desde afuera y ahí es donde la academia y las fundaciones, como veedores de estos procesos, podemos ayudarle proponiendo cosas como pensar la educación más allá de los planes de desarrollo, que están limitados a cuatro años.

Lo fundamental fue que involucráramos a los actores directos, porque los que finalmente tienen que hacerlo son ellos. Por tanto toda la comunidad educativa: rectores, directores, profesores, alumnos, familias y medios de comunicación se fueron involucrando en este proceso. Eso es lo que enriquece.

¿Cuánto tiempo tomó consultar a más de 1800 actores?

Aproximadamente un año. Se fueron convocando diversos encuentros en donde recogíamos su visión.

De acuerdo con el Observatorio de Educación del Caribe Colombiano (OECC), si no se fortalece la socialización del plan y la consolidación de estructuras de veeduría, no se logrará el impacto social deseado. ¿Cómo garantizar estos dos aspectos?

Los concejales de la Comisión Tercera, con los que estuvimos trabajando, fueron los que hicieron un primer filtro. Fueron bastante acuciosos en comprometernos más allá de lo que habíamos hecho, al poner unas metas y unos sistemas de vigilancia al proceso (…) En el plan hay unos indicadores y metas muy puntuales, y hay unos acuerdos de cómo se va hacer la vigilancia de ese proceso. En estas metas está muy claro, primero a un periodo de dos años, luego a uno de seis y finalmente de diez años.

El plan anterior comprendía el periodo 2010-2020. ¿Por qué el nuevo entra en vigencia en 2018?

En el plan anterior nosotros tuvimos una participación indirecta. Se planteó, pero no tuvo muy claro cuáles serían los indicadores de seguimiento y quiénes serían los responsables, y al final no se llevó a cabo en su totalidad. No se hizo un punto de partida, ni las condiciones de seguimiento del plan, ni estas alianzas en donde la universidad y las fundaciones pueden hacer seguimiento, sino que se dejó como un documento que estaba ahí de referente.

Esa fue parte de la consciencia que se tomó cuando empezamos este proceso en 2016. Lo importante es que esta vez llegó al Concejo y se hizo esta alianza con los actores.  Ahora se cambia el gobierno y viene un plan de desarrollo nuevo, y ese plan de desarrollo trae un eje de educación. No tendría ningún sentido que ese eje de educación se hiciera a espaldas del plan (…) En el fondo es un tema de voluntad política. Si el plan de desarrollo local se articula con el plan decenal, con seguridad habrá cumplimiento.

El primer eje habla de mejorar los procesos de educación inicial, la primera infancia. ¿Cómo se desarrollaría este eje?

Lo que se ha avanzado hasta ahora en temas de infancia es fundamental, con lo de la ley De Cero a Siempre y la incorporación del grado de transición, como grado obligatorio dentro de la educación. Pero lo que reconocemos claramente es que las falencias principales es con los agentes educativos. El propio sistema educativo ya tiene problemas de educación, pero en esos niveles todavía más. Está claro que la calidad del agente educativo es lo que marca una diferencia, por eso se le apuntó en esa dirección.

Requiere de la voluntad política y del apoyo económico de la Administración para convertir estas metas en realidades, porque requieren recursos. Es decir, vamos a apostarle con los recursos que hay para hacer que esta población de docentes reciba una formación de calidad, cosa que no ha recibido hasta ahora. Esto es importante porque todos los resultados de las investigativas demuestran que cada peso invertido en esta etapa tiene un rédito social muy alto, comparado con el dinero que se invierte en otras. Cada vez se toma más consciencia que este es un momento crucial para el desarrollo.

Por José Luis Rodríguez R.

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