“Sismo ocurrido es el de mayor magnitud registrada en la Cuenca del Caribe“: Carlos Arteta

Un sismo de magnitud 5.7 sacudió este miércoles en la mañana a la Región Caribe, cuyo epicentro se registró al oeste de El Banco, Magdalena, y al sur de Mompox, Bolívar, a 65 kilómetros de profundidad, de acuerdo con el reporte del Servicio Geológico Colombiano.

sismo-15-de-abril-2020.jpeg

Por:

15 abr 2020

Un sismo de magnitud 5.7 sacudió este miércoles en la mañana a la Región Caribe, cuyo epicentro se registró al oeste de El Banco, Magdalena, y al sur de Mompox, Bolívar, a 65 kilómetros de profundidad, de acuerdo con el reporte del Servicio Geológico Colombiano.

El evento sísmico fue profundo, pero categorizado como ‘leve’, asociado aparentemente al hundimiento de la placa tectónica Caribe bajo la placa Suramericana, o “continental”, proceso que se le conoce como subducción. En Colombia existen varios ambientes tectónicos, siendo el más conocido el de la subducción de la placa Oceánica, al oeste del país, y el de la subducción de la placa Caribe, al norte.

El profesor Carlos Arteta, del departamento de Ingeniería Civil de Uninorte y presidente cofundador de la Red Colombiana de Investigación en Ingeniería Sísmica CEER (por sus siglas en inglés), manifiesta que el sismo registrado ahora es “el de mayor magnitud que ha ocurrido desde 1993 en la Cuenca del Caribe”, cuando se creó la Red Nacional de Acelerógrafos de Colombia.

De acuerdo con los datos históricos, desde entonces se han registrado cinco eventos sísmicos: el 6 de mayo de 2014 ocurrió un temblor de magnitud 3.3, con epicentro en Piojó y una profundidad de 10,3 km. El 4 de abril de 2015 se registró otro de magnitud 3.6, con epicentro en Ponedera y una profundidad de 40 km. El 28 de agosto de 2016, con un epicentro entre Barranquilla y Manatí, se registró uno de magnitud de 3 y una profundidad de 29,6 km. El penúltimo ocurrió el 5 de marzo de 2019, cuyo epicentro se registró en Sitionuevo, Magdalena, y horas después fue relocalizado a Barranquilla. Tuvo una magnitud de 4.3 y una profundidad de 30 kilómetros. 

Arteta advierte que un indicativo importante de qué tan fuerte es un temblor, además de la magnitud, es la intensidad, y para ello es necesario involucrar, al menos, dos variables: distancia y tipo de suelo.

“El sismo ocurrido al ser profundo, arrancó lejos. Si hubiese sido de magnitud 6, a 10 kilómetros de profundidad, nos debería preocupar. Sin embargo, no descarto que haya rajaduras en algunas casas de adobe y mampostería no reforzada cercanas al epicentro. Una medida subjetiva de la intensidad también puede ser el pánico que generó en la sociedad, o si despertó o no a la gente”, recalcó el docente, doctor en Ingeniería Sísmica.

Los Consejos Departamentales de Gestión del Riesgo, CDGRD, de la región informaron que en Bolívar, en los municipios de Mompóx y Pinillos hubo afectación en algunas viviendas. En Cesar, en el municipio de Chimichagua, una estación de Policía presentó daños, al igual que una casa en Tamalameque, corregimiento de Puerto Boca.

Otro factor importante para el profesor es el tipo de suelo que hay debajo de una construcción.  En ese sentido, entre más lejos esté el sismo, la onda sísmica llega con menos intensidad, pero además, si el suelo es rocoso, llega con menor fuerza. Si es blando, se amplifica.

En Colombia no había registro de un sismo desde el pasado 13 de abril, cuando en Tuluá, Valle del Cauca, ocurrió un temblor de magnitud 4.1, a 145 kilómetros de profundidad. Además, un día antes se registró otro en el municipio de Ríosucio, Chocó, con una profundidad superficial menor a 30 kilómetros y 4.3 de magnitud.

Por José Luis Rodríguez R.

 

Más noticias