Subjetivación política, un camino para llegar a la paz

Lucas Restrepo, candidato a doctor en Ciencias Jurídicas y Filosofía Política de la Universidad Denis Diderot, realizó el 26 de junio la conferencia Subjetivación política y paz adversarial en el posacuerdo, partiendo de una reflexión que, como su nombre lo indica, cuestiona el concepto de la transición que necesita Colombia después de la firma del Acuerdo de Paz con las FARC. La charla fue organizada por el departamento de Humanidades y Filosofía y el Grupo Studia, en el Salón de Proyecciones.

Restrepo explicó que en la actualidad se han llevado a cabo distintas transiciones, de las cuales destacó tres. En primer lugar, una transición de carácter limitante para la democracia, que procura proteger a la sociedad del exceso de democracia. En este caso puso de ejemplo el caso de transición de la dictadura a la democracia que vivió Chile, en donde la Constitución del 91 estableció lo que muchos creyeron un “borrón y cuenta nueva” al limitar las investigaciones de los crímenes cometidos en la dictadura. Sin embargo, para Restrepo la legislación propuesta se enfoca más en la construcción sobre lo erigido como modo de transición hacia la democracia.

En segundo lugar, una transición auspiciada por potencias extranjeras con presencias de sus tropas en el territorio, hizo referencia al caso de Irak y el expresidente Sadam Husein, quién fue expulsado del poder por el ejército de EE. UU, forzando así la transición de Irak de la dictadura hacia la democracia, a partir del final impuesto a la etapa anterior.

Y tercero, la solución pacífica que persigue la reparación o restitución para las víctimas como manera de transición hacia la paz. En este punto Restrepo aclaró la diferencia entre reparación y restitución: la reparación busca arreglar lo que ha sido dañado mientras que la restitución busca devolver lo que ha sido arrebatado a la fuerza, pero ¿cómo reparar o restituir cuando la violencia ejercida fue tan grave que todo quedó destruido?

Este es el caso de Colombia, un país en el cual la violencia causó estragos irreparables e imposibles de restituir. ¿Cuál es la transición necesaria para alcanzar la paz?, al respecto el filósofo propone la subjetivación política y una paz adversarial. La subjetivación política la propone como una justicia clínica que reconozca aquellos elementos que otorgaban fuerza a los individuos y comunidades afectados por la guerra, es decir, una justicia que no persiga únicamente la reparación económica de los individuos o la restitución de las tierras de las cuales fueron desplazados, sino la consideración de la fuerza política que estos sujetos tenían y volver a otorgárselas. 

Sin embargo, para que esta fuerza política pueda ser ejercida sin amenazas, Colombia debe tener paz adversarial. Según Restrepo, es imposible, además de peligroso, el consenso y la homogeneidad en la acción política, puesto que existen distintas cosmogonías para interpretar el orden bajo el cual debemos vivir. 

Esto traduce que siempre han existido y que siempre existirán distintas fuerzas en conflicto, pero ¿paz no quiere decir el final del conflicto? La paz adversarial busca que las distintas fuerzas dentro de nuestra sociedad reconozcan el conflicto entre ellas ante el reconocimiento del adversario, más no enemigo. El enemigo únicamente busca la eliminación del otro, como si de un conflicto existencial se tratase, mientras que los adversarios se enfrentan al perseguir objetivos comunes y saben que su conflicto tiene reglas y límites infranqueables.

Por Juan Sebastián Rodríguez García