Técnicas ancestrales para una construcción sostenible

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Estudiantes junto a los docentes en el día de inauguración del taller.

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01 jun 2018

La arquitectura vernácula es considerada la más auténtica del mundo, porque con ella se preservan las tradiciones de construir con materiales dados por la naturaleza y se rinde homenaje a las técnicas de construcción ancestral, que varían según la cultura de cada grupo.

En el marco de Uninorte en Verano, 23 estudiantes de Diseño Gráfico, Arquitectura e Ingeniería Civil de la institución, la Universidad de la Costa y la Universidad San Buenaventura, trabajaron del 29 al 31 de mayo con los profesores Luis Díaz y Dominik Abbrederis –invitado de Austria- en un taller donde aprendieron a utilizar las técnicas ancestrales.

De acuerdo con Díaz, el objetivo del evento consistió en no solo vincular a los estudiantes a dichas técnicas de construcción sino también a enseñarles a implementarlas en el contexto contemporáneo. “Actualmente los problemas medio ambientales están muy presentes. Estas técnicas hacen parte del grupo de Arquitectura de Cero Emisión, por lo que es importante que las conozcan y se familiaricen con ellas para generar construcciones más sostenibles”, explicó.

Para Abbrederis es muy importante hacer estas actividades con los estudiantes porque “generalmente están siempre sumergidos en la teoría”, pero muy poco en la práctica. “Lo que estos chicos realmente necesitan aprender es a trabajar con sus manos y saber cómo usar los materiales con los que se encontrarán en el entorno laboral”, aseguró. El académico austriaco añadió que es muy satisfactorio cuando se ven los resultados finales del trabajo en equipo.

Marisol Palomino, estudiante participante de segundo semestre de Arquitectura, indicó que con la actividad han conocido aquello que solo era un “conocimiento teórico”. “Antes de este taller debo confesar que ni sabía usar una pala, y ahora ya hasta sé lo que significa la técnica de tapia pisada, porque aquí la llevamos a cabo”, expresó. Para la arquitecta en formación son ellos quienes generalmente se encargan de los diseños y los planos, y son los obreros quienes se encargan de la mano de obra. “Esta vez hemos intercambiado el papel y ha sido muy gratificante”, indicó.

Andrés Moya, también estudiante de Arquitectura de segundo semestre, agregó que como futuros directores de obra no podrían dirigir a un grupo de obreros, si no tuvieran un conocimiento básico de construcción. “Yo no sabía nada de materiales y me siento muy cómodo ahora que ya conozco todo el proceso. Considero este curso vital para los estudiantes”, puntualizó.

Durante los tres días de taller los participantes construyeron un muro y una ventana a base de arena, vidrio, concreto, metal, entre otros, y que ahora estarán disponible en el Bloque L. “La idea es que el trabajo quede disponible en el campus para que observen lo que estos estudiantes han diseñado y trabajado con tantas ganas. Esperamos con esta muestra seguir promoviendo actividades de este tipo”, concluyó Díaz.

Por María Celeste Lozano

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