Trece ‘amigos de las Américas’ se comprometen con la transformación social en el Atlántico

'Amigos de las Américas', proyecto sin ánimo de lucro fundado hace 53 años en Houston, Texas, regresa al departamento del Atlántico a través de Univoluntarios para fomentar el liderazgo juvenil, el desarrollo comunitario y fortalecer el entendimiento intercultural en Centro América y Latinoamérica. Esta vez trece voluntarios —5 de Estados Unidos, 7 de Barranquilla y 1 de Medellín— se prepararán académicamente en el campus, por medio de la asignatura Salud Global de departamento de Salud Pública, con el fin de desarrollar un proyecto enfocado en liderazgo juvenil en los municipios de Ponedera, Campo de la Cruz, Santo Tomás y Palmar de Varela, junto con la Secretaría de Salud departamental.

De acuerdo con María Angélica Pombo, estudiante barranquillera de Derecho y univoluntaria desde hace más de un año, lo que la inspiró a participar del proyecto fue su enfoque –liderazgo juvenil comunitario–, con el que considera se da una oportunidad a la misma comunidad para que descubra sus falencias y presente soluciones. “No solamente vamos a ayudar sino que también vamos a concientizar a la población, lo cual marca una gran diferencia”, señaló. Olivia Dilaplaine, participante proveniente de Washington D.C, agregó que la importancia de estos proyectos reside en una palabra: “empoderar”, pues de esta manera el trabajo como voluntarios seguirá evolucionando por medio de las propias comunidades.

Realizar un voluntariado destaca la responsabilidad social que como ciudadanos del mundo tenemos, al tiempo que fortalece a aquellas organizaciones que se preocupan por mejorar la calidad de vida de quienes atraviesan problemáticas sociales. Para Dilaplaine, “todos tenemos la labor de cuidar a la sociedad en la que vivimos y no es un trabajo que debe pagarse, porque se trata de la visión del mundo que cada ser humano quiere plasmar en su entorno”. Pombo añadió que entre más sean los voluntarios, mayor será la movilización ciudadana que desee producir cambios y aportar de alguna manera a la construcción de una sociedad más equitativa, pues así “unos inspiran a otros”.

Con esta experiencia los jóvenes además vivirán una inmersión intercultural, a través de distintas actividades planificadas por Univoluntarios y la estadía en hogares del Departamento, en los que contarán con el acompañamiento de familias anfitrionas. Sebastián Castaño, el primer participante nacional en ‘Amigos de Barranquilla’, proveniente de Medellín, manifestó estar “muy emocionado” porque primera vez vivirá en otra ciudad del país y podrá empaparse de la “vida costeña”. Igualmente, Dilaplaine espera con este intercambio perfeccionar su español y salir de su “zona de confort” estadounidense.

Este nuevo grupo de voluntarios reiteró su compromiso con el proyecto e hizo énfasis en sus ganas de “generar un vínculo emocional” con sus comunidades, de las cuáles esperan “las mismas ganas que ellos por trabajar y transformar imaginarios”.

Por María Celeste Lozano