Un club de lectura para incentivar el análisis crítico

Los 50 años que cumplió en junio la publicación de Cien años de soledad sirvieron como pretexto para que los estudiantes del Club de Lectura Bajo el Árbol eligieran esta novela para su proyecto piloto. 

Creado por iniciativa del programa de Comunicación Social y Periodismo, encabezado por Alberto Martínez, director de este departamento, el club busca incentivar la lectura y el análisis crítico de textos en los estudiantes de pregrado a través de la literatura.

Desde mayo, una vez a la semana Martínez y jóvenes del programa se reunieron debajo de la biblioteca a debatir sobre la vida de los Buendía y los hechos insólitos que ocurrían en Macondo. Su último encuentro, el 9 de julio, tuvo lugar en Aracataca, en donde recorrieron los lugares que inspiraron a Gabriel García Márquez a escribir la icónica novela.

“Visitamos la casa museo de Gabo, la Plaza de Bolívar y la estación del ferrocarril. En la casa museo leímos entre todos el último capítulo para sentir la emoción del lugar”, narró Natalia Tarazona, coordinadora del club y estudiante de Comunicación Social y Periodismo.

Para cada encuentro los estudiantes debían leer dos o tres capítulos del libro y se escogía a un encargado para que los socializara con el resto del grupo.  “Lo bueno de Cien años de soledad es que permitía discusiones de tipo social, cultural y hasta político. Nos permitió hacer un ejercicio de análisis de texto e intertextualidad que comparábamos con temas actuales y otras novelas de Gabo ”, expresó Tarazona.

Si bien en un principio el club se pensó para que estudiantes de Comunicación Social y Periodismo se destacaran más en la lectura crítica en las pruebas Saber Pro, ahora el propósito es atraer a más estudiantes tanto de ese programa como de otras divisiones académicas. Por lo pronto el punto de partida son los textos literarios, aunque no se descarta la lectura de otro tipo de textos.

“Para nuestros próximos encuentros estamos pensando en leer algo de Ernest Hemingway o de José Saramago. Si con Gabo terminamos en Aracataca, hasta podríamos terminar en Cuba leyendo a Hemingway”, finalizó Tarazona entre risas.

Para más información escribir a ntarazona@uninorte.edu.co

Por Oriana Lewis