Un diálogo con la primera afrolatina en el Parlamento de Cataluña

En la reciente versión de 'Diálogos de Desarrollo', Jessica González Herrera conversó sobre la importancia de la participación activa de mujeres y jóvenes en la esfera política.

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El conversatorio virtual se transmitió por el canal Uninorte Académico.

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06 abr 2021

Culminando marzo, la Oficina de Extensión llevó a cabo un coloquio para hablar de la importancia de generar espacios de participación activa de la mujer en la esfera política. La decimonovena edición de la iniciativa Diálogos de Desarrollo tuvo como invitada especial a Jessica González Herrera, politóloga barranquillera y magíster en Comunicación para el Cambio Social, quien hizo historia al convertirse en la primera mujer afrolatina que integra el Parlamento catalán, en España. 

El conversatorio 'Desde la alegría Caribe: por los derechos de las mujeres y los jóvenes' contó con la participación de Ana María Castañeda, senadora de la República e integrante de la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer; Catalina La Gran Salazar, estudiante de Ciencias Políticas y Gobierno, y miembro activo del grupo estudiantil Makeda Kahina; Carlos González y Janet Herrera, padres de Jessica; Paola Alcázar, directora de Extensión de Uninorte y quien moderó la sesión en compañía de Cristina Amortegui, estudiante de Comunicación Social y Periodismo, y activista por los Derechos Humanos y de la Mujer.

La diputada del partido En Comú Podem (ECP) dio apertura a la charla con una invitación a que las mujeres puedan ver en ella un ejemplo a seguir. “Para mí es importante preguntarme por qué soy la primera, cuando deberían haber muchas antes que yo. Si bien, hay que reconocer que existen mecanismos que excluyen directamente a ciertas personas de la participación institucional, también es cierto que a nivel cultural hay que romper con muchos estereotipos que no permiten que la intervención femenina sea paritaria. Por lo tanto, mi mensaje es que las jóvenes vean un referente en mí y, a partir de ahora, puedan ser muchas más”. 

Sitúa el inicio de su activismo político mucho antes de tener un escaño en el Parlamento, mientras lideraba grupos universitarios, de mujeres y migrantes. “Considero que desde la reivindicación de movimientos sociales comienza nuestra acción política”. Posteriormente, fue consultora durante varios años y se dedicó a hacer recomendaciones acerca de cómo la administración pública debe incorporar una perspectiva intercultural y feminsita en las leyes. 

Desde entonces, compartió con los integrantes de su partido, y cuando se le propuso participar en las elecciones decidió ser útil para la sociedad. “Yo hice campaña en el ayuntamiento de Barcelona y en los barrios. Y considero que el deber del Parlamento es legislar a favor de materializar, a través de leyes catalanas, las políticas en las calles”. A partir del viernes, 26 de marzo, Jessica hace parte de la Comisión de Políticas Sociales y la Comisión de Cultura, desde donde espera liderar políticas de juventud, género y migrantes. 

Respecto a su niñez y su formación, rememora con mucho orgullo haber nacido en Barranquilla. “Creo que soy un cúmulo de baile, familia, comunidad, calle, barrio y carnaval, que me hicieron quien soy hoy en día”. Y sus padres recuerdan que desde niña tuvo la firme convicción de dejar su huella en el mundo. 

“Estoy orgullosa de ser una mujer caribe porque eso me ha dado una forma revolucionaria de vivir la alegría en un entorno lleno de muchas desigualdades y violencias. La alegría es una energía transformadora, que desde la unión y la crítica genera conciencia y propicia cambios”. Para Jessica, ser de la Costa es un estado del alma; una forma de estar en el mundo y de hacer política. 

Transmisión completa del coloquio 'Desde la alegría Caribe: por los derechos de las mujeres y los jóvenes'.

Acerca de los retos más urgentes que tenemos las mujeres luego del confinamiento, la congresista Ana María considera que hay que apuntar a deshacer las grandes brechas de desempleo, eliminar los espacios permisivos de violencia de género y unificar las cifras que entregan las instituciones acerca de los feminicidios que nos enlutan a diario. “Lo ocurrido durante la pandemia ha revelado la realidad silenciosa que viven muchas mujeres, como la discriminación laboral, la feminización del espacio doméstico y la falta de representación en espacios publicos y politicos”. 

Sin embargo, también reconoce que un logro histórico del año pasado fue la paridad de género. “A partir de las próximas elecciones, las listas tendrán que estar conformadas por la mitad de hombres y mujeres. Esta reforma del Código Electoral nos permitió pasar de un 30% de cuota de género a un 50%”. E hizo un llamado a la comunidad en general a seguir trabajando conjuntamente para que más mujeres construyan la política en Colombia. 

Mientras que para Jéssica, lo apremiante en estos tiempos es luchar por la equidad de género y la igualdad de oportunidades, desde lo político y lo cultural. “Seguramente en el colegio nadie nos dijo que las mujeres son inferiores a los hombres o que tienen menos oportunidades, pero las prácticas culturales y la manera en cómo funciona la sociedad hacen que sea así. Por lo que reivindicar la igualdad y los derechos sobre nuestras decisiones debe ser lo principal en la agenda feminista”. 

Y para finalizar la sesión de Diálogos en Desarrollo, las moderadoras introdujeron la labor que lleva a cabo Makeda Kahina, un grupo que desde la academia ejemplifica la participación activa de los jóvenes en el ámbito político. “Nuestro objetivo es reafirmar las identidades, visibilizar los derechos de las mujeres y construir espacios de discusión donde se hable de los temas que atraviesan a las jóvenes afrodescendientes”, contó Catalina. 

Jessica celebró la iniciativa y agregó: “se habla mucho de que los jóvenes son el futuro, pero en realidad, ellos son el presente. Actualmente, hay mucho conocimiento y reivindicaciones basadas en las experiencias propias de las personas jóvenes, que las instituciones tienen el deber, no solo de escuchar, sino de apropiarse de ellas. Es una comunidad que está pidiendo a gritos formar parte de la agenda feminista para seguir construyendo academia y sociedad”, concluyó. 


Por María Fernanda Salgado

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