Un espacio para discutir el presente de la arqueología colombiana

Arqueologia-apertura.jpeg
José Oliver, profesor del Institute of Archaeology de la University College de Londres.

Por:

11 may 2017

Con el Congreso Colombiano de Arqueología, organizado por la Universidad del Norte y su museo Mapuka, se abrió después de una década un espacio nacional para la discusión sobre el desarrollo de la arqueología en el país y la región.

A lo largo del 10, 11 y 12 de mayo, por medio de una serie 121 ponencias de figuras colombianas e internacionales, se presentarán avances de investigación, se contrastarán experiencias y discutirán criterios teóricos y metodológicos en torno al quehacer de la arqueología, y la gestión y difusión del patrimonio arqueológico en Colombia y el Caribe.

El evento también busca generar un espacio de discusión acerca de los retos relacionados con la legislación que busca proteger el patrimonio arqueológico de la nación. Un debate impostergable, dada las tensiones entre los promotores de los proyectos de ley, y los defensores e investigadores del patrimonio, que consideran la propuesta desfasada de la realidad actual.

Durante el acto de inauguración del congreso, llevado a cabo en el auditorio de la universidad, el vicerrector Académico Alberto Roa destacó la labor de la arqueología como “un instrumento para comprender el sentido de nuestro pasado, de tal forma que estemos suficientemente armados para interpretar nuestro presente y poder proyectar mejor nuestro futuro”.

“Ojalá ese sea el sentido de estas deliberaciones que ustedes van a tener aquí. Les deseo muchos éxitos en estas discusiones, y ojalá esta nueva etapa del Congreso Colombiano de Arqueología sea muy fructífera, para ustedes, su disciplina y para la sociedad colombiana que tanto lo necesita”, agregó Roa.

José Oliver, profesor del Institute of Archaeology de la University College de Londres, estuvo a cargo de la conferencia inaugural. El catalán, quien se ha especializado en la arqueología del Caribe y el norte de Sudamérica, ofreció una serie de reflexiones críticas dirigidas a destapar la forma como se han estudiado en las Antillas a las comunidades prehispánicas, a partir de su material cultural.

Uno de los problemas clave que señala Oliver existe en la región del norte de La Española. Basado en el modelo cronológico utilizado en esa región, diferente al colombiano, se infirieron dos culturas, en un marco temporal entre los años 1000 y 1200, descritas a partir de su ajuar cerámico: Meillac, en el norte de Haití, la cual aparentemente fue sucedida por el Carrier, estilo cerámico que manejaron los llamados indígenas Taínos.

Por mucho tiempo, basado en sus estilos de cerámica, ambas culturas fueron definidas como homogéneas, debido a lo que define Oliver como “la tiranía de los números”. “Como arqueólogos, vemos aspectos que predominan numéricamente, en términos de tipos y elementos de la cerámica, y eso no admite relación entre los distintos grupos".  Por esta razón, señala el arqueólogo, es común encontrar en Meillac materiales en cerámica minoritarios que seguían otros estilos, pero que no fueron tenidos en cuenta por no ser parte de la mayoría, dominada por un estilo en particular.

"Pero ahora los datos que tenemos de la cronología nos indican que estos dos estilos separados en el tiempo coexisten desde 630 hasta el punto del contacto europeo. El cuadro cronológico nos escondió toda una serie de potenciales interacciones en esos grupos, que nos simplifican la historia de la región”, manifestó Oliver.

Por Andrés Martínez Zalamea

Más noticias