Un llamado a la importancia de la gestión del riesgo frente a los incendios forestales

En el marco de una nueva edición de conversatorios ambientales de Ecocampus, Fabio Montealegre y Julián Piragauta, expertos en la articulación de instrumentos de ordenamiento territorial para la gestión del riesgo, conversaron sobre el quehacer frente a los incendios forestales e integrar en las acciones a la academia, la sociedad civil y los entes territoriales.

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21 jul 2020

De acuerdo con ambientalistas, la temporada seca que terminaría a mediados de marzo, la deforestación y las actividades humanas ilícitas son los responsables de los incendios forestales ocurridos en la primera mitad del año en Colombia. En el marco de una tercera edición de los conversatorios ambientales de Ecocampus, Fabio Montealegre y Julián Piragauta, ingenieros agrónomos, expertos en el desarrollo de buenas prácticas agropecuarias y la articulación de instrumentos de ordenamiento territorial para la gestión del riesgo, conversaron el 16 de julio sobre la gestión del riesgo frente a los incendios forestales y cómo integrar en las acciones a la academia, la sociedad civil y los entes territoriales.

El Sistema Nacional Ambiental en sus planes de acción tiene pautas claras para las entidades territoriales que hacen parte del mismo, otorgándole funciones y tareas. Si bien desde hace ocho años el país cuenta con una nueva política pública que establece que la gestión del riesgo es competencia de todos y no es un asunto netamente reactivo, sino también de prevención, para el ingeniero Piragauta es importante ver cómo ha sido esa evolución y adopción de esta política por parte de las autoridades ambientales y municipales frente a cómo trabajan en prevención, el entendimiento del riesgo y la articulación.

“Estamos hablando de áreas protegidas, donde se encuentran especies naturales de flora y fauna, que enfrentan la presión de otros actores. La vigilancia que se da en estos espacios es diferente y los intereses sobre ellos son muy particulares. Debe ser un trabajo sincrónico”, agregó el experto durante la charla transmitida por el canal Uninorte Académico.

Según Fabio Montealegre, institucionalmente hay una ventaja en este momento, una especie de claridad sobre los incendios forestales, entendiéndolo como un fuego involuntario: se consideran en más del 95 % de los casos relacionados a actividades humanas.

“Es un punto clave que nos permite orientar los esfuerzos, que si bien hay que hacerlos en todo el tema de atención, control y restauración, es necesario centrarlos por parte de todas las entidades en el tema de las causas y cómo prevenir la ocurrencia del incendio”, señaló el ingeniero, quien considera que el papel fundamental para evitar y prevenir incendios lo tiene la comunidad, en el sentido de que las personas y los grupos sociales además de ser potenciales generadores de incendios, también son los mejores actores para prevenirlos, sustituyendo, en muchos casos, las actividades de uso del fuego por actividades que no lo requieran.

“La idea es cómo potenciar unas relaciones que ya están reguladas. La clave está en entender que se pueden enfocar los esfuerzos para trabajar mancomunadamente con la comunidad, incluyendo al sector académico, cuya intervención todavía es muy precaria. Podría ser mucho mejor, intentando hacer investigación pura y aplicada, tanto social como técnicamente hablando”, concluyó Montealegre.

Por José Luis Rodríguez R.

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