Un pacto institucional contra la violencia hacia la niñez en Colombia

La meta del Gobierno, en materia de reducción de la tasa de violencia contra la niñez, es disminuir la ocurrencia de estos delitos en un 14,3 % para el año 2022. Con este objetivo en mente, lanzaron una gran alianza interinstitucional que incluye a la academia. Uninorte, a través de Pisotón, se unió a la campaña para combatir la violencia en contra de esta población.

Para socializar esta alianza y las medidas que se están tomando, se organizó un conversatorio el 21 de octubre en el salón 13G2 que contó con la participación de la ministra de Justicia, Margarita Cabello, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Juliana Pungiluppi, y el fiscal delegado de infancia y adolescencia, Mario Gómez. 

Pungiluppi resaltó la labor de Pisotón y señaló que necesitan muchos programas de este tipo, que estén centrados en el desarrollo psicosocial, para llevar a cabo el cambio que buscan en la sociedad. Mencionó varios programas que entraron a funcionar con este pacto institucional, como es Mi Familia, que a través de coaches de salud mental, buscan intervenir poblaciones en las que lastimosamente se han repetido ciclos de violencia a través de las generaciones y que necesitan reflexionar sobre las prácticas que llevan a cabo. 

La directora del ICBF comentó que desde la parte legal se encuentran trabajando en diferentes frentes para, además de la propuesta de ley de cadena perpetua para abusadores de niños, crear un registro de agresores sexuales. Contó que una de las grandes preocupaciones son los bajos índices de condenas, puesto que solo 10 % de los casos de violencia sexual contra niños son resueltos. Para ello se ha conformado un grupo intersectorial especializado en ayudar a capacitar policías en la recolección de pruebas, a fiscales y jueces para que tengan un mejor manejo de los casos. 

Desde el marco legal, Cabello argumentó que la forma de resolver un problema es encontrar las causas. Sin embargo, para una problemática tan complejo como la violencia contra la niñez, en todas sus manifestaciones, se pueden reconocer diferentes causas como: un cambio en los valores, el hecho de que más de la mitad de los municipios en Colombia están en sectores rurales donde se dificulta el acceso a la justicia y que las redes sociales e internet le den mayor visibilidad a lo que está ocurriendo y promuevan un ambiente de más denuncias.

El Ministerio de Justicia adelanta un estudio en 853 municipios del país para conocer cuáles son las dificultades que tienen. Con la información que obtengan de este estudio, comentó Cabello, organizarán las cuotas de investigadores, fiscales y jueces que se necesiten en cada una de estas poblaciones y de esta forma lograr una mayor presencia del estado. 

Cabello dijo que uno de los retos a los que nos enfrentamos como sociedad es cambiar la mentalidad de que la única forma de combatir la criminalidad es través de la cárcel. Propuso el concepto de justicia restaurativa, que se concentra en el trabajo sobre el victimario, que tanto la comunidad como este entiendan la dimensión del daño que ha hecho y de esta forma aspirar como sociedad. Otra de las estrategias en las que se encuentran trabajando desde el ministerio es la de fortalecer las comisarías de familia para que desde esta instancia se comience a dar trámite a las infracciones que se cometen. 

Por su parte, el fiscal Gómez contó que uno de los grandes logros que han conseguido en este tiempo de trabajo fue que los delitos de violencia sexual contra la niñez se considerarán de la misma relevancia que el narcotráfico, en términos de pie de fuerza de policía judicial y la aplicación de extinción de dominios y extradición a los involucrados en estos casos. 

Gómez hace parte del equipo intersectorial que realiza el apoyo al sistema justicia. Manifestó que su objetivo es que “el país se piense en clave de niñez”. Para ello, es necesario que la sociedad conozca más a fondo el trabajo que hacen el sector público, y que al mismo tiempo haya una mayor presencia en los territorios de funcionarios que apoyen para darle visibilidad a la labor que se hace. 

Ana Rita Russo, directora de Pisotón, también participó en el conversatorio que fue moderado por la decana de la división de Derecho, Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Silvia Gloria de Vivo. Comentó que, en un principio, el programa de desarrollo psicoafectivo se planteó como una estrategia para detener las prácticas de abuso, pero que con el tiempo y el trabajo de campo identificaron que la clave era ofrecer también reparación a esas comunidades para que, de manera conjunta, se cerraran ciclos de dolor y se desconectara ese vínculo con la acción violenta. 

Al final de la jornada se selló este pacto contra la violencia hacia niños y adolescentes con una actividad lúdica en la que se plasmaron, en un lienzo, los compromisos que varios asistentes al evento como la secretaria de Educación de Barranquilla, Bibiana Rincón, o el vicerrector Joachim Hahn hicieron para apoyar en esta lucha. 

Por Leonardo Carvajalino