Uninorte Social lleva ciencia, deporte y folclor a Santa Lucía

El sábado, 19 de octubre, en la Institución Educativa de Santa Lucía, estudiantes jugaban fútbol en sus canchas, en los salones de clase niños recibían refuerzos en matemáticas y lenguaje, y en el coliseo, alumnos y docentes de cinco instituciones educativas de este municipio y de Manatí escuchaban charlas sobre ciencia. La jornada, nutrida de actividades, hace parte del programa Uninorte Social, que busca la intervención interdisciplinar del sur del Atlántico para apoyar el desarrollo económico y social de sus comunidades. 

Alrededor de 100 niños y adolescentes, además de varios profesores, participaron del evento del que hicieron parte la división de Ciencias Básicas, a través del programa Sábado del Docente, Univoluntarios y Bienestar Universitario. Lucía Avendaño, coordinadora de Uninorte Social, contó que durante este 2019, uno de los dos bloques de trabajo en los que se han centrado para comenzar a dar marcha al proyecto son las obras de presencia, en las que se ofrece una variedad de servicios a la comunidad. Estos espacios sirven como un canal de comunicación para escuchar y conocer a fondo cómo se piensa la comunidad, y las necesidades que tienen. 

Judith Arteta, decana de Ciencias Básicas, señaló que en esta primera visita lo que buscan es abrir una puerta para llevar a cabo alianzas y de esta forma realizar proyectos conjuntos. Sábado del Docente, un proyecto que lleva 15 años en acción, llegó a Santa Lucía representado por los profesores Camilo Espejo, Ascario Pérez, Álvaro González, Andrea Monroy y Rafael Escudero. 

El objetivo de la jornada, que se llevó a cabo en el coliseo del colegio, era interesar a los estudiantes en las ciencias, al mismo tiempo que darle herramientas a los docentes para aplicar en sus aulas de clase. María Charris, profesora de matemáticas del colegio San Luis Beltrán de Manatí, comentó que sus estudiantes se fueron contentos porque “se dieron cuenta de que la física no es algo del otro mundo, que es experimental y que los conceptos los sacan de los experimentos”. 

Blair Vega, estudiante de décimo de la Institución Educativa de Santa Lucía, contó que lo que más le llamó la atención fue saber cómo hizo el hombre para llegar a la luna hace 50 años, conferencia que dictó el profesor Espejo. Agregó que así como aprendió de temas tan diversos como campos electromagnéticos, está ansioso por que se dé la oportunidad nuevamente de compartir con los visitantes de Uninorte y mostrarles también lo que ellos hacen. 

Este sentimiento lo compartió su profesor de matemáticas, Eduardo Martinez. Manifestó que le llamó mucho la atención el programa Prisma y espera que en futuras visitas realicen experimentos con los equipos que tienen en el laboratorio de la institución educativa. Agregó que tienen mucho interés también por la parte de medio ambiente y su proyecto a largo plazo es sembrar un bosque seco tropical en el colegio para que sus estudiantes conozcan las especies nativas de la región. 

Santa Lucía es tierra de cultura, y de Son de Negro. Por ello, las estudiantes se sintieron en su hábitat natural con las clases de baile que organizaron desde Bienestar Universitario. Eileen Rico y Oscar Ojito, los instructores encargados de dirigir la jornada de baile, contaron que las jóvenes no tuvieron pena, que es una de las barreras más grandes al momento de ofrecer una clase de este tipo. “Se nota que viven el folclor”, comentaron. 

Bienestar Universitario participó con una jornada de baile.

Además del baile, 14 jóvenes recibieron una clase sobre las diferencias de las reglas de fútbol sala y luego jugaron unos partidos. Así también había un espacio de playzone, una competencia que combina destreza mental y física para elegir a un ganador. 

Un equipo de 16 estudiantes de Medicina también hizo parte de la jornada. Yoshua Seidner, de octavo semestre, contó que durante la brigada atendieron a 60 estudiantes, con tamizaje de presiones arteriales y medidas antropométricas. Agregó que esta brigada hace parte del reconocimiento previo que están haciendo de las poblaciones de cara al gran evento que están planeando para enero de 2020 en el que se llevará a cabo un campamento de prestación de servicios de salud en Manatí, que reunirá estudiantes de medicina de facultades de todas partes de Colombia.

Univoluntarios también hizo presencia con su proyecto de refuerzos que comenzó desde agosto. Cada sábado ofrece clases personalizadas de lenguaje y matemáticas a un grupo de 30 niños de primaria de los diferentes colegios. 

Entre los que vivieron la jornada se encontraba la pequeña Marjorie Rambal, de 9 años, junto a su tutor, Julio Carmona, de sexto semestre de Ingeniería Civil. La niña contó que sueña con ser médica porque tiene un propósito: “ayudar a los demás”. Desde esta dinámica, el voluntario hizo un ejercicio de escritura para que enumere las metas a corto plazo que debe cumplir para llegar a este objetivo.

La ardua jornada terminó con un sancocho, espacio que aprovecharon estudiantes y profesores para recapitular y dialogar sobre lo que habían vivido. No hubo despedidas, sino hasta luego, pues la labor por ayudar a las comunidades de estos dos municipios apenas comienza. 

Por Leonardo Carvajalino