Univoluntarios se vincula al proyecto Tambores por la Paz

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Los niños y jóvenes del programa demostraron su talento ante los asistentes.

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28 jul 2017

120 niños y jóvenes de los barrios La Luz y Rebolo tendrán la oportunidad de fortalecer sus competencias ciudadanas en el marco de la construcción de paz gracias al proyecto Tambores por la Paz, liderado por el Club Rotario Barranquilla Centro, que desde este año contará con el apoyo de Univoluntarios.

La iniciativa nació hace cerca de 15 años, cuando un concierto de percusionistas infantiles y juveniles, organizado por el club, tuvo tanto éxito que este decidió convertirlo en un programa social. Desde entonces, más de 1.500 niños y jóvenes de 26 barrios de Barranquilla han hecho parte del programa. 

Durante este tiempo han realizado 131 conciertos por la paz, han establecido varias escuelas de música en la ciudad y han llevado su talento a varias ciudades de Colombia y países como Venezuela, Aruba, Curazao, Francia, Bélgica y El Congo.

Sin embargo, el deseo del Club Rotario era llevar el programa más allá y que influenciara positivamente a más niños. Es así que participaron y ganaron una convocatoria mundial de Rotary Internacional, gracias a la cual recibieron financiación por valor de 68 mil dólares.

Esta nueva etapa de Tambores por la Paz tendrá un nuevo componente académico aportado por Univoluntarios. “Esta prestigiosa institución educativa capacitará a los beneficiarios del programa en las temáticas referentes a la paz, lo cual nos brindará la plena seguridad de que cumpliremos nuestro principal objetivo, que es desarrollar jóvenes entre 8 y 18 años en técnicas musicales como una estrategia para mantenerlos alejados de las pandillas y los conflictos urbanos”, explicó Ricardo Camargo, presidente del Club Rotario Barranquilla Centro, durante el lanzamiento del programa, llevado a cabo el 27 de julio.

Para él, más importante que la educación musical, es que los menores aprendan a evitar, prevenir y resolver conflictos en su barrio, con lo que concuerda María Amarís, directora de Univoluntarios y docente del departamento de Psicología de Uninorte.

“Fue una solicitud de Rotary Internacional como una garantía de que aquello que están aportándoles en cuanto a las competencias musicales, trascendiera en la vida de los niños, transformando su vida y su entorno, alejándolos de las problemáticas sociales que afectan sus comunidades”, detalló Amarís, quien explicó que los los beneficiarios se formarán en temas de ciudadanía, liderazgo para la transformación social, derechos humanos y construcción de un proyecto de vida.

En el evento también hizo presencia la Fundación Zona Franca de Barranquilla, organización que apoya el proyecto desde el 2013. “Conocemos a fondo este proyecto y sabemos que es muy importante y de gran impacto para estas comunidades. Es una manera de canalizar las energías de estos niños porque lo que queremos es que sean la semilla que luego sea nuestra carta de presentación para una mejor comunidad”, sostuvo Patricia Díaz, directora de la fundación.

Para ella, el fin de este tipo de proyectos es marcar una diferencia y, principalmente, “sacar a esos niños adelante” a través del poder transformador de la música y la educación, y considera que no hay mejor aliado para lograrlo que la Universidad del Norte a través de Univoluntarios.

La primera sesión académica del proyecto se realizó inmediatamente después del evento de lanzamiento del programa.

Por Melissa Zuleta Bandera

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