Univoluntarios y estudiantes extranjeros comprometidos con el cambio social en el Atlántico

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Los jóvenes extranjeros estarán viviendo con familias anfitrionas hasta el 19 de agosto.

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30 jun 2016

Durante los próximos dos meses, 24 estudiantes estadounidenses vinculados al proyecto Amigos de las Américas, estarán conviviendo con habitantes de distintos barrios de Soledad, Galapa, Malambo y Salgar, en donde desarrollarán actividades de transformación social y también conocerán más de la cultura del Caribe.

En dichos municipios estarán compartiendo experiencias, y trabajando junto a un grupo de cinco estudiantes vinculados al programa Univoluntarios, el cual desde hace varios años mantiene alianzas para realizar proyectos durante el verano con Amigos de las Américas, una organización estadounidense sin fines lucrativos que promueve el fortaleciendo intercultural entre los países del continente, así como el desarrollo de sus comunidades a través de la educación, la salud pública y el mejoramiento de la calidad de vida.

A partir de esta semana y hasta el 19 de agosto, los jóvenes extranjeros y los voluntarios uninorteños estarán viviendo con familias anfitrionas de las distintas comunidades. En ellas trabajarán en proyectos de salud global, llevando brigadas de salud y asistencia en clínicas de la zona, y en proyectos de transformación social, en donde mediante talleres y actividades lúdicas buscarán apoyar los procesos de cambio social que las comunidades requieran.

Grace Handson y Rafael Soto provienen, respectivamente, de los estados de Ohio y Texas, en Estados Unidos. Ambos están participando de los proyectos de transformación social en los distintos municipios, y concuerdan en que la principal motivación para escoger trabajar en el Caribe colombiano, es la posibilidad que les da Amigos de las Américas para hacer una inmersión de larga duración en esta región, lo que les permitirá no solo aportar para crear cambios más significativos, sino también hacer un intercambio cultural y mejorar su español.

“Para mí el programa en Barranquilla es diferente y muy bueno porque es el más largo de todos, y me permite practicar y mejorar mi español para la universidad”, aseguró Handson.

“Este programa te da la oportunidad de convivir con una familia, de pasar el día a día con ellos y hacer parte de una comunidad. Me ha encantado, estoy viviendo con una familia anfitriona y me han tratado muy bien”, manifestó Soto.

Por su parte Valmiro de la Hoz, egresado del programa de Relaciones Internacionales y miembro de Univoluntarios, explicó que a todos los jóvenes que participan de esta experiencia se les brindaron capacitaciones con docentes de la universidad para que posteriormente pudieran desarrollar proyectos duraderos y con impacto positivo.

“El principal propósito es proporcionar un acompañamiento para desarrollar proyectos sociales y mejorar la calidad de vida de las personas y las comunidades en las que estaremos inmersos”, afirmó de la Hoz, quien durante esta primera semana estará realizando talleres de expresión creativa y conocimiento de derechos fundamentales para los niños del barrio Primero de Mayo de Soledad.

Por María Margarita Mendoza

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