Voces que se unen en un diálogo nacional sobre el impacto de la desigualdad

Si hay un problema social en el que todos los colombianos podemos coincidir, es la desigualdad que históricamente ha empañado el desarrollo del país. Por esta razón, el Centro de Investigación Comunitaria Re-imaginemos ha promovido el desarrollo de "Diálogos territoriales sobre desigualdad" en siete ciudades con la intención de unir voces de académicos, líderes comunitarios, artistas, empresarios y personas del común para profundizar en las causas, consecuencias y posibles soluciones a este fenómeno.

El viernes, 2 de febrero, se desarrolló el diálogo en la universidad, con una agenda que recorrió el impacto de este fenómeno en el Caribe colombiano. Los panelistas invitados fueron: Juanita Aldana, bióloga, directora del Departamento de Química y Biología de la Universidad del Norte; Alfredo Torres, líder social y pescador en la Ciénaga de Mallorquín; Fabrina Acosta Contreras, feminista, investigadora y escritora guajira; Rafael Ramos, músico, compositor, gestor cultural y director de la Escuela Tambores de Cabildo en Bolívar; Luisa Fernanda Guerra, abogada y politóloga, investigadora de justicia; Iván Calderón, ex Secretario de Desarrollo Económico del Magdalena y ex director de Promagdalena. 

“Si no reducimos la desigualdad en Colombia no vamos a poder avanzar en la construcción de paz y no vamos a reducir la pobreza, ni la corrupción, ni el bajo crecimiento económico. Todos estos factores son el resultado de los altos niveles de desigualdad. Pero lo hacen de forma diferente en diferentes regiones y departamentos”, señaló Allison Benson, directora del Centro de Investigación Comunitaria Re-imaginemos.

El líder social, Alfredo Torres, compartió su testimonio sobre la desigualdad que han vivido los pescadores y distintas comunidades de la ciénaga. Recordó que en 1991 se secó por primera vez la ciénaga, lo que impactó ambiental, social y económicamente a la población, porque era el único medio que tenían las comunidades para sostener a sus familias.

“Se tomó la iniciativa de conectar el río Magdalena con la ciénaga de Mallorquín. Irrumpieron el flujo natural que tenía la ciénaga y colapsó: pasó de ser agua dulce a ser agua salada. Tuvimos que adaptarnos a ese cambio brusco y a decisiones que no tomamos nosotros, sino las personas que tienen la facultad para hacerlo sin tener en cuenta que hay una comunidad raizal y las consecuencias nos impactan directamente”, afirmó.

Acerca del rol del arte y la cultura como solución a las desigualdades, Rafael Ramos habló del trabajo de la Escuela de Tambores de Cabildo: “Nosotros implementamos en estos territorios la escuela de saberes y derechos que trabaja en tres ejes: el fortalecimiento de las prácticas culturales propias e identitarias de estas comunidades, en la incidencia política y sus derechos culturales para el disfrute de su territorio, el de la economía propia, y el enfoque de diversidad, equidad e inclusión”. 

La iniciativa va más allá de una conversación, a partir de los diálogos surgen una serie de resultados tangibles, incluyendo 32 columnas investigativas, videos para redes sociales, episodios de podcast, intervenciones artísticas, un reporte de recomendaciones de política, una agenda de investigación colaborativa sobre desigualdad y una convocatoria de micro estímulos para actores sociales interesados en implementar iniciativas de diálogo diverso sobre desigualdad.