Yuberjen Martínez y Óscar Córdoba, dos ‘héroes que inspiran’

En el marco de las Olimpiadas Uninorte, Yuberjen Martínez y Óscar Córdoba fueron invitados especiales para compartir un diálogo junto al periodista Mauricio Silva sobre sus inicios, las dificultades que han enfrentado y lo que han aprendido en sus carreras deportivas. Heroes que Inspiran fue el nombre del conversatorio, realizado en el audiitorio, en el que los destacados deportistas contaron en la mañana del 4 de septiembre sus historias a estudiantes y profesores.

Córdoba, uno de los arqueros más importantes de la historia del fútbol en Colombia, recordó sus inicios en los que compartió con Faryd Mondragón y Miguel Calero, en la escuela Sarmiento Lora en Cali; recorrió pasajes de su carrera en la selección Colombia y anécdotas con Jorge Bermúdez cuando jugaban juntos en Boca Juniors de Argentina.

De igual forma Martínez, boxeador y medallista de plata olímpico en la categoría minimosca, contó cómo nació su pasión por la profesión, cómo la disciplina lo ayudó a mejorar y de su futuro como un “gran entrenador”. De manera jocosa, Silva contó que Yuberjen había adquirido el sobrenombre de ‘Chikunguña’ durante las Olimpiadas de Río por miembros de la comitiva de Colombia, a raíz de su hiperactividad y alegría, características que transmite cada vez que cuenta sus anécdotas.

“Ustedes se han visto Dragon Ball Z, igualita, así fue la pelea”, describió jocosamente uno de sus primeros enfrentamientos, cuando quedó campeón en un torneo regional en Caucasia. Esa victoria comenzó a consolidar al nacido en Turbo, Antioquia, en el mundo del boxeo amateur y también le sirvió para que su padre, un pastor cristiano, lo dejara perseguir su sueño.

Yuberjen también recordó una epifanía que tuvo cuando trabajaba en una plantación de banano, uno de los tantos trabajos que alternaba con el boxeo cuando vivía en su pueblo natal. Un día observó a dos de sus compañeros trabajadores, de la tercera edad, cavando zanjas. “Será que yo voy a llegar así a viejo, con este trabajo tan duro. Dios mío, que no vaya a quedar así como estos viejitos, trabajando en una bananera, esto no puede ser lo mío”, evocó Yuberjen el pensamiento que lo llevó a una nueva disciplina y a una convocatoria de la selección Antioquia, otro peldaño que subió camino al boxeo Olímpico.

A sus 26 años, Yuberjen Martínez ya tiene medallas de oro en los juegos Bolivarianos y Centroamericanos, y una medalla de plata de Río 2016, pero quiere más. “Le estoy apuntando a Tokio 2020”, afirmó el pugilista. Agregó que después de esas Olimpiadas contemplará dejar el amateurismo y boxear de manera profesional.

Córdoba hizo un llamado a los jóvenes para que se esforzaran por aprender todos los días algo nuevo. “Hay dos tipos de hambre. El hambre del estómago, que te la quitas comiendo cualquier cosa, y el hambre de gloria, que debe ser insaciable”, aseveró el portero retirado, empresario y comentarista de fútbol.

Silva contó, desde su perspectiva como periodista, cómo se vivió la selección Colombia de 1994, en la que el combinado patrio se perfilaba para hacer una gran actuación e inclusive la creían favorita. “En un mes pasamos de ser los mejores del mundo a los peores”, describió la época Córdoba. También recordó la tragedia de la muerte de Andrés Escobar y cómo las hinchadas lo culpaban del autogol y subsecuente homicidio del defensor central. “Es una carrera en la que se convive muy de cerca con el éxito y el fracaso”, apuntó.

Por último, el exfutbolista vallecaucano recordó su paso por Boca Juniors. Según contó, el entonces presidente del equipo y actual presidente de Argentina, Mauricio Macri, vio un partido por eliminatorias para el Mundial de Francia 1998 entre Colombia y Bolivia, junto a quien era el director técnico, Héctor ‘el Bambino’ Veira. “Eran dos desocupados en un cafetín en Buenos Aires porque Colombia ya estaba clasificada y Bolivia eliminada”, dijo Córdoba. En ese partido, que parecía insignificante, el arquero hizo una atajada que llevó a que los encargados del equipo argentino se fijaran en él. “Por eso es importante dar el 100% siempre, uno nunca sabe quién lo puede estar mirando y qué oportunidades se pueden presentar”, redondeó la anécdota.

Por Leonardo Carvajalino