La piel también sufre por lesiones asociadas a la covid-19

Aunque las manifestaciones de la infección por el virus SARS-CoV-2 se dan comúnmente en el tracto respiratorio superior e inferior, la infección por este tipo de coronavirus puede resultar en múltiples manifestaciones extrapulmonares, como por ejemplo a nivel cutáneo. Así lo explicó Diego Viasus, profesor de Medicina de Uninorte y director del Centro de Investigación del Hospital Universidad del Norte, durante el primer Simposio Virtual de Enfermedades Tropicales, organizado el 29 de agosto por la División de Ciencias de la Salud y el departamento de Dermatología del HUN.

El evento tuvo como fin la formación y reconocimiento de este tipo de patologías en médicos generales, residentes y especialistas, gracias a la participación de expertos de México, República Dominicana y Colombia. Viasus, especialista en medicina interna y doctor en medicina y enfermedades infecciosas, abrió la jornada con una presentación en la que destacó datos importantes de la epidemiología del covid-19 y varios estudios internacionales sobre las manifestaciones cutáneas de la enfermedad.

“La literatura ha demostrado que muchos órganos pueden verse afectados con esta infección. Para entrar a la célula, el virus necesita dos proteínas, requiere la coexpresión de dos moléculas en su superficie. Una es la enzima convertidora de angiotensina y también de proteasa de membrana, ricas en cerina”, señaló el docente en la transmisión por el canal de Youtube, Uninorte Académico.

Un estudio sobre la presencia de las manifestaciones dermatológicas clínicas, publicado en la revista de la Academia Americana de Dermatología, caracterizó la diversidad de las manifestaciones cutáneas de la covid-19 para facilitar el entendimiento de su fisiopatología. Para esto se realizó un registro internacional de 716 casos de manifestaciones dermatológicas, se tomaron datos sociodemográficos de comorbilidades y biopsias de piel.

En 171 pacientes que confirmaban covid, las morfologías más comunes fueron eritema morbiliforme (reacción cutánea aguda provocada por una infección) (22 %), eritema similar al pernio (trastorno localizado en zonas distales como las manos y los pies) (18 %), urticaria (16 %), eritema macular (cambio de color en la piel por una alteración de la pigmentación) (13 %), lesiones vesiculares (11 %), púrpura papuloescamosa (9,9 %) y púpura retiforme (6,4 %).

“En el 64 % de los casos las lesiones ocurrieron después de la aparición de los síntomas respiratorios, solo en el 15 % aparecieron con los síntomas. Los autores relacionan la presencia de estas lesiones dermatológicas con la gravedad de la enfermedad, específicamente si los pacientes requerían ingreso hospitalario o ventilación mecánica (…) muchas de estas morfologías son inespecíficas, pero algunas nos pueden proporcionar información sobre las posibles vías inmunes dentro de la fisiopatología de la enfermedad”, argumentó el profesor Viasus.

A través de análisis clínicos hepatológicos y de expresión de genes, otros expertos sugieren que la piel es un blanco potencial de este virus, incluso llegan a sugerir que también podría ser un órgano implicado en la diseminación de la enfermedad, sobre todo cuando la piel está alterada.

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Por José Luis Rodríguez R.