Alvin Arturo Heano Pérez

Ten cuidado con la asesoría de los vendedores de carros

He estado visitando concesionarios porque estoy contemplando la posibilidad de cambiar mi vehículo. Decisión que contemplé el año pasado y por efectos de la pandemia decidí postergar. Me atraen los suv y hay ofertas, tecnologías y variedades interesantes dentro de la gama B y C.

Una categoría que me llamó la atención tiene que ver con los llamados vehículos híbridos que utilizan dos motores: el clásico de combustión convencional que funciona a gasolina o diésel y uno eléctrico que se carga mientras el motor de combustión está en funcionamiento. El motor eléctrico entra en operación cuando te detienes en un semáforo o cuando vas viajando en carretera, apagando el motor de combustión entretanto. Esto favorece el ahorro de combustible y sin duda de dinero. Argumento usado por los vendedores para atraer tu atención.

Sin embargo, los vendedores también están usando como argumento que al comprar un vehículo de este tipo podrás acceder a descuentos en el pago de impuesto vehicular, disminución en el pago de la revisión técnico-mecánica y de emisiones contaminantes, no tendrás restricciones de pico y placa en ciudades como Medellín y Bogotá, además de descuentos en parqueaderos. Debo decirles que esta es una verdad a medias porque estas medidas aplican para vehículos eléctricos y no para vehículos híbridos. Estos incentivos son específicos para vehículos eléctricos y están estipulados en la Ley 1964 de 2019.

Los vehículos eléctricos utilizan energía eléctrica para su funcionamiento, la cual proviene de un sistema de almacenamiento recargable y aquí viene la exclusión que hace la Ley de los híbridos, la recarga no se realiza por motores de combustión sino exclusivamente por corriente eléctrica. Esta corriente eléctrica puede ser proveída por estaciones de recarga especiales, por fuentes de energía renovable como paneles solares en tu casa o por combustibles cero contaminantes como el hidrógeno, por ejemplo. La esencia de esta Ley es desincentivar el uso de combustibles fósiles que al ser quemados producen una mezcla de gases contaminantes dentro de los que se destacan dióxido de carbono (CO2) y monóxido de carbono (CO).

Sin duda, la compra de un vehículo eléctrico sería una contribución importante de parte nuestra al cuidado del medio ambiente. Sin embargo, dos obstáculos están presentes hoy día: primero, la oferta de vehículos eléctricos en el país actualmente es limitada y segundo, no se cuenta con estaciones de recarga que permitan reabastecer el vehículo cuando estés conduciéndolo. Se espera que estas barreras se eliminen en el mediano plazo dado que la misma Ley establece como meta que los municipios de categoría especial (como Barranquilla) tengan al menos 5 estaciones de recarga rápida. Además, según leí en la edición de abril de la revista motor, existe un proyecto de Ley que busca incentivar el ensamblaje de vehículos eléctricos en Colombia. Es de anotar que en el mismo proyecto de Ley se contempla crear un “impuesto verde” para los vehículos que utilicen motores de combustión a partir del 2022.

La próxima vez que visites un concesionario ya tienes argumentos para no dejarte engañar.